
Por: Juan José Bedregal
LAS OPINIONES EXPRESADAS POR LOS COLABORADORES SON PROPIAS Y NO LA OPINIÓN DE KANDIRE
Al igual que en el relato bíblico de Judas Iscariote y las 30 monedas de plata, toda traición tiene un precio. Éste sería el precio de la entrega de Julian Assange a la corona británica.
Hace un año se empezó a hablar de la revocatoria del asilo a Julian Assange en la Embajada de Ecuador en Londres. La medida fue negada en mayo de 2018 por Lenin Moreno, quien declaró a Detsche Welle que "Assange puede seguir gozando de su derecho al asilo, mientras cumpla con los requisitos" (https://www.dw.com/es/len%C3%ADn-moreno-assange-puede-seguir-gozando-del-asilo-mientras-cumpla/a-43988539).
Moreno ya se desdijo antes, cuando confrontó a su antecesor Rafael Correa. Durante la campaña, todo habían sido elogios para Correa, pero una vez en el poder inició procesos en su contra y cortó todos los lazos con la estructura correísta. Se reunió con los partidos derrotados en las elecciones presidenciales de 2017 y empezó a aplicar el programa que había perdido en las urnas.
A la par que se separaba de UNASUR, buscó acuerdos de libre comercio con EE.UU. y diversos países europeos. Las medidas de corte neoliberal no dieron resultado y Ecuador cerró el 2018 con un crecimiento de apenas 1,4% y una deuda pública cercana al 50% del PIB.
Moreno empezó a buscar soluciones desesperadas: elevó los precios de los carburantes, inició un plan de despido masivo de funcionarios públicos, redujo la inversión pública y empezó a otorgar extensos parajes mineros en concesión a cuanta multinacional asomara la cabeza al país vecino.
A la par que se reunía con Donald Trump, sus ministros Richard Martínez y Pablo Campana negociaban los acuerdos con el FMI y tratados de libre comercio. El segundo semestre de 2018 ya se hablaba abiertamente de la posibilidad de expulsar a Julian Assange de la embajada en Londres (https://cnnespanol.cnn.com/2018/12/04/lenin-moreno-hablo-con-manafort-sobre-remover-a-assange-de-la-embajada-de-ecuador-en-londres/).
En junio de 2018, se anunció la firma de un tratado de libre comercio con el Reino Unido: el Acuerdo Multipartes del que también forman parte Colombia y Perú. La firma del tratado fue fijada para abril de 2019.
El 20 de febrero se anunció (https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/economia/4/ecuador-financiamiento-internacional) que Ecuador había suscrito acuerdos de préstamo con el FMI por $us 4.200 millones, y otros $us 6.000 millones provenientes del Banco Mundial (BM), Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Banco de Desarrollo de América Latina -CAF-, Banco Europeo de Inversiones (BEI), Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR), y de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD). En unas pocas semanas, Ecuador ya había recibido los primeros desembolsos de estos préstamos.
Sin embargo, Moreno no daba vía libre aún a la expulsión de Assange. Hasta que el pasado 5 de abril, el Reino Unido dejó en suspenso la firma del Acuerdo Multipartes, "por procesos internos del Reino Unido" (https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/economia/4/reinounido-acuerdo-ecuador). No pasó ni una semana para que el gobierno de Ecuador consintiera la violación de su soberanía permitiendo el ingreso de los organismos de seguridad de un país extranjero a su Embajada en Londres, que según el derecho internacional se considera parte de su territorio.
Los hechos hablan por sí mismos. Seguramente el Reino Unido suscribirá de buen grado el Acuerdo Multipartes en los próximos días, y los nuevos desembolsos comprometidos con los organismos internacionales tendrán vía libre. Lenin Moreno entregó a Julian Assange a cambio de $us 10.200 millones en préstamos y un acuerdo de libre comercio. La historia juzgará al traidor.