
Por: Verónica Zapata *
LAS OPINIONES EXPRESADAS POR LOS COLABORADORES SON PROPIAS Y NO LA OPINIÓN DE KANDIRE
En esta imagen, tomada el 13 de noviembre de 2019, una seguidora del expresidente de Bolivia Evo Morales porta una bandera nacional durante disturbios con la policía, en La Paz, Bolivia. (AP Foto/Natacha Pisarenko)
Este año el día internacional de la mujer tiene un significado trascendental para nosotras, las mujeres bolivianas que se traduce en la consigna: “La pollera se respeta carajo”.
Es un día de lucha, reflexión y de memoria de nuestra historia y de nuestra lucha, para continuar ese camino que iniciaron otras, y reivindicar a nuestras próceres mujeres como Bartolina Sisa, Juana Azurduy, Domitila Chungara, y a las tantas que entregaron su vida en pos de la justicia social, la libertad, la soberanía, la igualdad, por nuestra identidad y por la revolución contra el colonialismo fundamentalmente.
También reivindicamos la lucha de las mujeres que hoy luchan en Bolivia como Patricia Arce, Juanita Ancieta, Juana Quispe y las tantas mujeres de pollera que son parte del Movimiento al Socialismo.
Es un día de visibilización de de nuestra lucha, pero la lucha nuestra se da desde que nacemos porque la vida de una mujer está marcada por la lucha por sobrevivir en un mundo gobernado mayoritariamente por hombres y que se maneja con reglas creadas por los hombres donde nos miden y nos disciplinan desde parámetros patriarcales, y sobrevivimos en una relación desigual de poder, y donde la distribución de los bienes materiales y simbólicos son totalmente desiguales, de hecho el 70% de las mujeres en el mundo son pobres.
En este aspecto nuestro país ha dado un salto cualitativo con la creación del Estado Plurinacional de Bolivia, donde por primera vez, en la historia de nuestro país las mujeres indígenas hemos sido incluidas en la vida política y en la redistribución de las riquezas.
Hemos llegado a obtener una participación de mujeres del 53 % en la asamblea legislativa plurinacional, siendo el 2° país con mayor participación de mujeres en el parlamento. También obtuvimos leyes de avanzada que ningún otro país de la región obtuvo y del mundo, como la ley contra el acoso y la violencia política hacia las mujeres, que el año pasado Argentina tomó como ejemplo tipificando la violencia política como violencia de género.
En 1995 solo el 9% de las mujeres eran propietarias de tierras, actualmente lo son el 45%. El trabajo infantil se redujo en un 80%. Se duplicó las cifras porcentuales de mujeres en las universidades y en todos los niveles educativos. Todos estos beneficios solo fueron posibles con la participación de la mujer en la vida política y dentro de nuestro proceso de cambio. Nosotras somos una revolución dentro de otra revolución.
Para las mujeres bolivianas este día es muy significativo, y que pos golpe de estado adquirió un mayor valor, porque representa la lucha de las mujeres de pollera, en defensa de nuestra identidad y nuestra cultura indígena que resistió más de 500 años de colonialismo en este continente atravesado por un hecho histórico trágico y genocida que fue la conquista de América.
Nuestro compromiso como mujeres bolivianas y originarias es volver a retomar el camino del proceso de cambio a través de la vía democrática. Nosotras sabemos que el ataque a Bolivia no es un ataque solo a nuestro país, es el ataque a toda Abya Yala, y a la construcción de la Patria Grande.
Es una clara y certera amenaza a nuestra identidad y un asalto a nuestros recursos naturales como el litio porque fuimos pioneras en revelarnos ante los colonizadores de ayer hace más de 500 años, y hoy logramos demostrar a los herederos de los colonizadores y al mundo, que podemos administrar nuestras riquezas y recursos naturales mejor que ellos, y ser exitosas.
Colocamos a Bolivia en el primer puesto de crecimiento económico de toda Latinoamérica, algo que nos ha tenido que reconocer el F.M.I. y El Banco Mundial, también supimos conquistar los indicadores macroeconómicos record e insuperables en América del Sur.
Además, somos ejemplo y vanguardia de lucha revolucionaria y esto al imperio lo inquieta tanto que ha vuelto a sus estrategias de golpe de estado a la vieja usanza.
Nosotras no tenemos lugar para retroceder, ni opción posible que la de luchar para retomar el camino del proceso de cambio, hasta que nuestro líder Evo Morales que es la continuación de Bartolina Sisa y Tupak Katari, vuelva a nuestro país.
El día de hoy es un día de reflexión acerca de nuestra condición de género enmarcado y atravesado por nuestra condición de clase y en nuestro caso como mujeres bolivianas e indígenas. Es un día de lucha antipatriarcal, pero también un día de lucha anticolonialista, antiimperialista y anticapitalista.
El patriarcado se va cae solo en la medida que tiremos abajo el capitalismo, y nos descolonicemos y dejemos de ver, sentir y actuar en base a una visón eurocentrista del mundo que nos impusieron a sangre y fuego hace más de 500 años, y que se transmite de generación en generación, desde distintas instituciones, pero principalmente desde el sistema educativo, enclave duro de colonialismo y desde los medios de comunicación donde se nos presentan estereotipadas y cosificadas.
El mérito de haber quebrado esto y haber abierto otra vía y demostrado que otro mundo es posible sin resignar nuestras creencias, valores y nuestra cosmovisión del Vivir Bien se dio gracias al proceso de cambio en Bolivia y a Evo Morales. Es en Bolivia donde se dio y se impulsó de forma inédita un proceso de descolonización sin precedentes en el continente a la cabeza de los verdaderos dueños de estas tierras, los pueblos originarios.
Es en Bolivia donde se refundó el Estado Plurinacional que incluyo por primera vez en la historia de Bolivia a 36 nacionalidades a la vida política y a la redistribución de la riqueza, principalmente a la mujer originaria.
Bolivia demostró que nosotras junto a nuestros hermanos hombres y a las diversidades, podemos construir un modelo económico desde nuestra cosmovisión andina muy exitoso, porque nuestra cosmovisión andina del Vivir Bien es una alternativa exitosa ante el capitalismo que ha demostrado su fracaso total, concentrando la riqueza en el 1 % d de la población y dejando afuera de la distribución de la riqueza al 99%.
En ese modelo capitalista y colonial las mujeres no tenemos lugar, más que como una mercancía más, siendo la trata y la explotación sexual de mujeres y niñas uno de los negocios más rentables del mundo.
El ataque que desde la derecha fascista y racista de Bolivia hemos recibido las mujeres de pollera, a través de las fuerzas armadas, la policía y los grupos paramilitares dirigidos y financiados por los yankees, nos ha fortalecido, nosotras no tenemos miedo porque en esto se nos juega la vida nuestra y la de nuestros hijos, y la de todo nuestro pueblo que resiste hace más 500 años el colonialismo y que en el 2006 triunfó junto a Evo Morales a la cabeza, y que más pronto que tarde volveremos para retomar el camino del proceso de cambio.
Este momento es solo un momento de impulso para hacer realidad el presagio de Tupak Katari: volveremos y seremos millones. Nuevamente triunfaremos y esta vez, nos encargaremos de que nunca más puedan volver, corrigiendo nuestros errores y multiplicando nuestros aciertos.
Gracias Evo Morales por habernos devuelto la dignidad y por habernos incluidos a nosotras como sujetas políticas con derechos en igualdad con nuestros hermanos hombres, vía la refundación de nuestro estado plurinacional. Gracias por continuar el camino marcado por Bartolina Sisa y Tupak katari, Nosotras lucharemos hasta que usted vuelva a nuestro país, nosotras lo acompañaremos como escudo hasta la Victoria Siempre.
* Periodista y psicóloga boliviana.
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