
Por: Jorge Raúl Costas Arze
LAS OPINIONES EXPRESADAS POR LOS COLABORADORES SON PROPIAS Y NO LA OPINIÓN DE KANDIRE
Antes del Referéndum del 21 de febrero de 2016 el Presidente Evo Morales dijo: "Si el pueblo dice No, qué podemos hacer, no vamos a hacer golpe de estado. Tenemos que irnos callados, pero tenemos mucha confianza (en ganar)", manifestó el Presidente en Palacio de Gobierno. También ofreció entrevistas a medios internacionales donde manifestó su intención de irse, cuando le preguntaron:
¿Si pese a todos sus logros, pierde este referéndum. ¿Se sentiría muy decepcionado?
Respuesta de Evo Morales: No, porque yo estoy preparado. Con semejante récord, me voy feliz y contento a mi chaco. Jamás voy a claudicar en mis principios. Me quedaré apoyando desde abajo. Me encantaría ser dirigente deportivo, me encanta el deporte.
Todo lo que dijo Evo Morales fue mentira, ya que él quiere quedarse en el Gobierno para no claudicar a sus principios (según él), que estarían relacionados con la vulneración de la Constitución y desconocer la voluntad del pueblo boliviano; ya que al tratarse de una disposición de la Constitución vigente que es plenamente aplicable, resultado del Poder Constituyente y aprobada en referéndum constituyente, el Tribunal Constitucional no tiene ninguna competencia para revisar, controlar, anular o declarar su inaplicabilidad. Lo contrario sería provocar la ruptura del orden constitucional en nuestro país y el quebrantamiento del orden internacional por violación del artículo 3 de la Carta Democrática de la Organización de Estados Americanos.
El domingo 4 de febrero de 2018 los ecuatorianos eliminaron en un referendo una enmienda constitucional aprobada en el 2015 que permitía la reelección presidencial indefinida.
De acuerdo con un conteo rápido realizado por el Consejo Nacional Electoral, un 67,3% de los ciudadanos votaron para rechazar dicha enmienda, con lo cual el ex presidente Rafael Correa (2007-2017) no podrá volver a postularse para ese cargo. Los mandatarios del país sólo podrán gobernar en dos ocasiones.
Cuando dejó el poder en mayo, Correa dijo que se retiraba de la política activa y que se iba a vivir a Bélgica, donde reside, aunque sus partidarios lo veían como un firme postulante para las presidenciales del 2021.
Correa, en entrevista con Telesur, destacó que “como son mediocres (en el gobierno), tienen que utilizar estas artimañas para tratar de derrotarnos... pero yo ya cumplí, tienen que tomar la posta otros jóvenes, créeme que la pregunta que menos me interesaba era la dos (sobre la reelección indefinida)”.
El ex presidente Rafael Correa comienza, además, esta nueva etapa declarando ante la Fiscalía por presuntas irregularidades en la venta de petróleo a China y Tailandia. En diciembre, uno de los hombres de máxima confianza del exmandatario, Jorge Glas, fue condenado a seis años por vínculos con el caso Odebrecht mientras ocupaba la vicepresidencia.
Ecuador se aparta, del camino emprendido por Hugo Chávez y que sigue Nicolas Maduro en Venezuela, Evo Morales en Bolivia y Daniel Ortega en Nicaragua.
Estamos frente a dos posturas similares que utilizan la “mentira” el “engaño” la “falsedad”, la “hipocresía”, el “disimulo”, la “malicia”, etc., para conseguir sus objetivos.
Según el trabajo de investigación de lo Politóloga uruguaya Viviana Padelin, sobre la destrucción de la democracia e implementar regímenes neocomunistas, nos muestra la perversidad de lo que supuestamente estaríamos enfrentando. Según Padelin viviríamos la Segunda Etapa, donde se hace reformas a la Constitución: aprobación del aborto, Ley de Medios, persecución a opositores, invención de nuevos enemigos de izquierda y creación de grupos de choque, ataque a personas que profesan la fe (Jesús). Coincidencia o no… eso lo dirá el tiempo, pero cierto es: que cada día que pasa estamos más enfrentados entre bolivianos.