
Por: Sergio Centenaro
LAS OPINIONES EXPRESADAS POR LOS COLABORADORES SON PROPIAS Y NO LA OPINIÓN DE KANDIRE
El país del norte lleva contabilizados 2 millones de infectados por coronavirus, tiene 112.833 muertos por la enfermedad, cuenta con más de 40 millones de personas esperando por seguro de desempleo, atraviesa una verdadera crisis racial y social a raíz del asesinato de George Floyd en manos de la policía de Minneapolis, la represión y la presencia de militares en las calles fue la forma de responder a cientos de protestas en todo el país.
Sin embargo, Estados Unidos y su política exterior, deambulan por compartimentos separados, en donde no se acusa recibo de ninguna crisis interna sino que pareciera contar con el aval implícito tanto de su población (por ignorancia o conveniencia) como de republicanos y demócratas (los partidos políticos que alternan el control político del país) para que nada cambie en términos geopolíticos, garantizando así la sustracción de recursos del país que sea, cuando sea y porque sí.
Lo importante para Norteamérica es que nunca se detenga el influjo que irradia sobre occidente, donde aun perdura su hegemonía cultural, industrial, económica y corporativa.
¿Qué importa si a los cincuenta estados los gobierna un demócrata como Obama? ¿O si acto seguido los gobierna un republicano como Trump? No cambia la política exterior norteamericana por el hecho de tratarse de demócratas o republicanos en la Casa Blanca. No cambia nada para Siria, Irak, Libia, Afganistán. Las tropas siguen allí, cumpliendo con un programa que excede la voluntad de la fuerza de turno que gobierna. En eso se les reconoce la cohesión. Lo que es cuestionable seriamente es la clase de política que le imponen a los países que subyugan.
Ojalá Estados Unidos tuviera un 2% de los valores que proclama a través de Hollywood, su industria estrella con la que nos acribillaron a estereotipos. Solo con esa industria nos vendieron que fueron ellos los que ganaron la primera y segunda guerra mundial, que en Vietnam fueron campeones morales y que en Irak era necesario devolverle la democracia a su pueblo. Cuanta mentira descarada. ¿Se los imaginan a “Los Campeones de la Libertad y los Derechos Humanos” librándonos de la dictadura de 1976? Hubiera sido exactamente el mismo cuadro de situación ¿no? Pero no vinieron, ni fueron los héroes acá. Porque fueron ellos los que orquestaron aquella dictadura. Luego nos rebanaron el cerebro con su cine aggiornado y nos contaron sus historias mil veces. Y nos juraron que eran buenos y que siempre quisieron el bien de la humanidad y la democracia.
Hoy, pasa lo mismo. Se repite la historia y el control cultural de occidente lo tiene “El Campeón de la Libertad y los Derechos Humanos” como fue bautizado por Fidel Castro en un histórico discurso, el 25 de noviembre de 1994 en La Habana.
EE.UU. sancionó a Shanghai Saint Logistics Limited, una empresa con sede en China, por “actuar como agente de ventas de la aerolínea iraní Mahan Air” quien opera vuelos chárter a Venezuela para llevar equipos técnicos iraníes, utilizando materiales provenientes de China. “Esto apoya los esfuerzos legítimos del régimen de Maduro para revivir su producción de energía, acabada por su corrupción y mala gestión” escribe en la “Cuenta oficial de la Oficina Externa de los EE.UU. para Venezuela (VAU)”, como si de repente se hubieran olvidado que ya en marzo de 2019 se retiró todo personal diplomático de Caracas. Pero en su hermoso mundo de fantasía, la embajada es virtual y tiene el peso del que más. Dicho esto con ironía.
Bloquean a Cuba desde hace 60 años, bloquean ahora a Venezuela. Sancionan a los países y empresas que de alguna forma colaboran, comercian o se relacionan con la Revolución Bolivariana. Como lo hicieron desde el principio con la Revolución Cubana. Bueno, entonces verdaderamente se creen los dueños del mundo. Y Venezuela espera, rodilla en tierra, que algún organismo internacional, o algún país con moral por encima de la media, se digne a elevar su voz en solidaridad por su pueblo y en rechazo a la política exterior norteamericana.
??En el marco del bloqueo contra Venezuela el gobierno de EEUU acusa a la empresa iraní Mahan Air de transportar equipo, materiales provenientes de China y personal técnico hacia Venezuela en vuelos chárter para apoyar esfuerzos del gobierno por recuperar la industria petrolera. pic.twitter.com/QEwNs3oCdB— Misión Verdad (@Mision_Verdad) May 22, 2020
Esta es una espiral que nadie pudo parar. El país al norte del río Bravo es el más grande de la cuadra y le quiere seguir pegando a los menores. No lo avergüenza hacerlo en público, en una vereda, frente a la mirada de todos. Nadie se le anima al grandote.
Hoy, Donald Trump autorizó sanciones contra funcionarios de la Corte Penal Internacional (CPI) que investigaba si Washington cometió o no crímenes de guerra en Afganistán. Y así nomás es todo. pronto saldrá una película con excelente reparto de actores para embelesarnos con estas contradicciones, jugar al policía bueno y malo y pasar página otra vez.
Venezuela no pertenece a ninguna estrella de la bandera estadounidense. Venezuela tiene derecho a resolver sus asuntos como país soberano y a tomar el camino que sus mayorías crean. Ahora que está en ascenso el concepto de la auto-percepción, sería bueno y hasta incluso sano y diverso, que Venezuela tenga el derecho de autopercibirse como se le de la gana. Sin tener detrás al grandote de la cuadra que la estigmatiza, la golpea y la aisla.
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