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Una niña de 11 años fue descubierta enamorando con un adolescente de 16 años, lo que derivó en castigo.

Después, la niña acusó a su padrastro de abuso sexual y el caso llegó con denuncia penal hasta un juzgado de la Capital.

Los antecedentes de la relación del padrastro con su hijastra refieren que el hombre atendía el bienestar de la niña y asistía periódicamente a las reuniones de la escuela. Así transcurrieron siete años de convivencia familiar.

Hace un mes la relación de ambos y de toda la familia era normal hasta que el padrastro de ocupación chapista descubrió que la niña sostenía una relación amorosa con un adolescente de 16 años que trabaja de ayudante en su taller, la prueba: un “montón” de cartas de amor que intercambiaban, dijo la jueza 3° de Instrucción en lo Penal de la Capital, Ximena Mendizábal.

Esto provocó la ira del padrastro que castigó a la niña dándole unos azotes y despidiendo al ayudante. La niña no quedó conforme. En una oportunidad, el hermano del padrastro le habría escuchado decir “me va a pagar”.

Un mes después de descubrirse todo, la niña fue ante sus abuelos maternos y les contó que su padrastro le tocó sus partes íntimas dos veces. Los abuelos le preguntaron si habría avisado a su mamá; ella contestó que su madre la estaba obligando a callar.

Casi paralelamente se descubrió que la niña había fugado de su casa, la evidencia: una carta. En ella reclamaba por el despido del muchacho y entre líneas daba a entender que se marchaba por esa situación, pero al final dijo que se iba porque su papá le había hecho “cosas muy feas” sin precisar qué.

Los abuelos denunciaron la supuesta agresión y el padrastro fue llevado a una audiencia de medidas cautelares el sábado. La Jueza determinó medidas sustitutivas por encontrar inconsistencia en la declaración de la niña: por ejemplo, la referencia de fechas y el hecho de que en su declaración no haya referido nada respecto a haber avisado a su madre de lo que le estaba pasando como señaló a sus abuelos.///