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Frente a la preocupante situación política que atraviesa Bolivia, decenas de personalidades del ámbito político, académico, periodístico y de los movimientos sociales de Europa y América han hecho público un firme pronunciamiento en defensa de la democracia boliviana y en rechazo a la persecución judicial y política que sufre el expresidente Evo Morales, junto a otros líderes del Bloque Nacional y Popular.

El Estado Plurinacional de Bolivia, reconocido internacionalmente como un referente de transformación política, inclusión y soberanía popular, hoy se enfrenta a una preocupante regresión institucional. La injerencia del actual Gobierno en órganos fundamentales como el Tribunal Constitucional Plurinacional y el Tribunal Supremo Electoral ha puesto en entredicho las garantías democráticas, consumando prácticas de lawfare y proscripciones políticas inaceptables en cualquier Estado de derecho.

Las y los firmantes del pronunciamiento denuncian que el Movimiento al Socialismo (MAS-IPSP), organización histórica del proceso de cambio boliviano, ha sido vaciada de su contenido político original y utilizada como instrumento para perseguir a las verdaderas dirigencias sociales e indígenas que lo fundaron. Evo Morales, símbolo de la emancipación de los pueblos originarios y de la lucha anticolonial, es hoy víctima de una campaña sistemática de criminalización que recuerda los más oscuros episodios de persecución política en la región.

"Lo que está en juego no es solo la figura de Morales, sino el derecho del pueblo boliviano a decidir libremente a sus representantes, sin vetos, proscripciones ni inhabilitaciones", señala el comunicado. Asimismo, alertan sobre la existencia de más de 120 presos políticos —en su mayoría indígenas y campesinos— acusados arbitrariamente de terrorismo por ejercer su derecho a la protesta.

Frente a este escenario, la comunidad internacional exige con claridad:

La libertad inmediata de todas y todos los detenidos por motivos políticos.

La investigación independiente del atentado contra Evo Morales, así como la sanción a sus autores materiales e intelectuales.

Que las elecciones del 17 de agosto de 2025 se desarrollen bajo los principios de equidad, participación plena y sin proscripciones.

El cese de la persecución a líderes y lideresas indígenas, cuyo compromiso con el proceso de cambio es innegable.

Este posicionamiento es respaldado por una amplia y diversa gama de referentes internacionales —como Atilio Boron, Pablo Iglesias, Andrés Arauz, Gabriela Rivadeneira, Irene Montero, Carlos Aznárez, Inna Afinogenova, Daniel Jadue, Cristian Cuevas, entre muchos otros— que, desde diferentes latitudes, ratifican su solidaridad con Bolivia y con el proyecto popular que encarna Evo Morales.

La democracia en Bolivia no puede convertirse en rehén de intereses partidarios ni en escenario de venganzas políticas. La legitimidad solo puede surgir de la voluntad soberana del pueblo, expresada en elecciones libres, transparentes y con plena participación de todas las voces.