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El ministro de Gobierno, Carlos Romero anunció este miércoles que la tercera semana de noviembre se instalará un gabinete binacional de seguridad con Brasil en el que el ejecutivo gestiona la presencia de representantes del nuevo gobierno de ese país que será presidido por Jair Bolsonaro. 

La droga que pasa o sale de Bolivia se dirige a Brasil tras purificarse en el oriente boliviano. Antes esa cocaína pasaba a Europa, pero ahora buena parte de ella encuentra mercado y de queda en el vecino país. Bolsonaro ha anunciado medidas duras contra ese negocio ilícito.

En el marco de una firma de una carta de entendimiento entre el Ministerio de Gobierno y la Oficina de Las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) para la implementación del proyecto Crimjust (proyecto de fortalecimiento a la cooperación en la investigación y judicialización a lo largo de la ruta de la cocaína en América Latina, el Caribe y África occidental), Romero aseguró que su despacho inició las gestiones para acercarse al nuevo gobierno brasileño. 

"Sugerimos a las autoridades brasileñas que en este encuentro binacional estén los representantes del nuevo gobierno de Brasil y pido la participación de la Unodc como garante de los acuerdos que se alcancen", manifestó.

El Crimjust es financiado por la Unión Europea, afectada directamente por la circulación de droga desde Bolivia y ejecutado en Bolivia por la Unodc.

El proyecto facilitará el intercambio de información entre los organismos de justicia penal para lograr una acción eficaz en los casos de delincuencia organizada transnacional y tráfico de drogas, así como ayudar a los países en su capacidad de respuesta.