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Ante la Aduana Regional de Cochabamba, fue presentada una denuncia en sentido de que al menos 22 policías acuden a sus unidades a bordo de vehículos indocumentados o chutos. Tres de ellos fueron observados en el retén del kilómetro 10, camino a Cliza, y otros 19 estacionados en la Estación Policial de Coña Coña que son de propiedad de los funcionarios policiales.

La información llegó el 6 de mayo al comandante departamental de la Policía, coronel Raúl Grandy, para que se tomen los recaudos pertinentes. OPINIÓN conoce que la autoridad instruyó que la Dirección de Prevención de Robo de Vehículos (Diprove)  verifique la denuncia y que proceda conforme a las normas en vigencia, si se comprobara la misma. Al margen de las leyes bolivianas, existen disposiciones internas que prohíben a los policías el manejo y la tenencia de vehículos indocumentados. Este diario consultó ayer con el director de Diprove, teniente coronel Jhamil Saavedra, si se cumplió con la instrucción y dijo que sí.

El comandante de la Policía acotó que, según le informó Saavedra, se efectuó un operativo para constatar la información, y no se halló ningún vehículo indocumentado en la EPI Coña Coña, ni en el Retén del Valle Alto.

La EPI Coña Coña y la parte trasera de la EPI Norte, donde estacionan los policías que están de turno, para verificar la denuncia, y halló varios vehículos sin placas o sospechosos de ser indocumentados porque sus placas pertenecen a otros tipos de carros, según se comprobó en el Registro Único Automotor (RUA).

El 24 de mayo de 2018, el ministro de Gobierno Carlos Romero, en Villa Tunari, anunció que en el país existe una invasión de vehículos indocumentados. En esa fecha, se calculaba que habían unos 15.000 carros circulando por el territorio nacional.

Ya entonces, Romero informó que había dado instrucciones a la Policía para que proceda al “secuestro drástico” de estos motorizados, como parte de sus funciones.