Video

Cerca de la medianoche del lunes, Claudia Berríos Barrios, de 36 años, llegó al Hospital de la Mujer con dolores de parto que anunciaban la llegada de la bebé que abandonaría horas después.  

La madre no se llamaba Claudia. Para su registro no proporcionó información verdadera y tampoco llevaba ropa para la recién nacida. Para ser atendida dijo al personal que luego vendría su esposo con la documentación y los ajuares. El personal de turno la atendió rápidamente pues estaba a punto de dar a luz. Media hora después, a las 00:30, se escuchó el llanto de Belén (nombre convencional), que llegó al mundo con 3,8 kilos de peso y 51 centímetros de talla.

Para su restablecimiento Claudia fue trasladada junto a su bebé a la habitación Nº 11, donde también estaba otra madre, que fue dada de alta a las 12:00 del mediodía del lunes. Entre las 17:00 y 19:00 que es el horario de visitas, Claudia se cambió la bata que traía puesta, dejó a Belén –que aún llevaba ropa prestada– en la cama del hospital, salió del nosocomio y no volvió.

En las imágenes de la cámara del hospital se la ve con el cabello recogido en un moño, una chompa larga y pantalones oscuros. Hace un ademán al personal que está en el ingreso y sin dar vuelta atrás se marcha con las manos en los bolsillos.

La noticia causó revuelo en los medios locales, incluso captó la atención del país. En las redes sociales la población se conmovió con la pequeña Belén y críticó la conducta de la madre, otros inclusive cuestionaron la seguridad del nosocomio.

SU RETORNO

Alrededor de las 16:00 de ayer, después de que se difundiera la noticia del abandono, Claudia recapacitó y volvió al hospital para reunirse con su hija.

La responsable de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia de Sucre, Gabriela Viaña, reveló que Claudia ocultó su embarazo a su familia y no hizo sus controles prenatales.

Atraviesa por una crisis nerviosa posparto y la situación económica que enfrenta fue determinante para decidir abandonar a su hija en el hospital.

Claudia es madre soltera. Tiene otros dos hijos adolescentes a su cargo, quienes desconocían el embarazo que llevaba su progenitora. 

La única fuente de ingresos  de Claudia, es la venta de papas rellenas, no tiene el apoyo de su familia, el papá los abandonó y habitan en un cuarto en alquiler, agregó la funcionaria.

Por ahora no tienen más antecedentes, porque Claudia aún está en shock, pero la asisten con apoyo social y psicológico.

Al momento de la reintegración familiar, Belén continuaba con la muda de ropa prestada por el hospital. El equipo de turno de la Defensoría aportó para comprar un par de ajuares más, sin embargo, las necesidades aún son muchas.