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Alvin Torrico Heredia (22), tenía un perfil falso en Facebook con el nombre de ‘Jéssica Rodríguez’, a través del cual captaba a mujeres, especialmente menores de edad, en situación vulnerable o de necesidad, explicó el director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), Johnny Aguilera, quien calificó al sujeto como un ‘cibercriminal’ que aprovechaba sus conocimientos informáticos para dedicarse al proxenetismo.

Su modus operandi consistía en ofrecer trabajo con buena remuneración (entre Bs 1.500 y 4.00 semanales) para lo cual las interesadas no necesitaban experiencia. Sin embargo, una vez contactadas, las inducía a prostituirse, para lo cual les pedía fotos íntimas para luego, a través de varios grupos de WhatsApp, ofrecerlas y subastarlas al mejor postor.

A través del patrullaje cibernético que realiza la unidad de cibercrimen de la Policía, se detectó que el sujeto activó el perfil falso en noviembre de 2018 y empezó a tener consultas en febrero de este año. De manera preliminar se estima que por lo menos indujo a la prostitución a seis mujeres, a las cuales les conseguía ‘clientes’ en sus grupos de WhatsApp y les retenía el 25% de lo que cobraban.

Esa comisión subía cuando él fungía como intermediario del lugar donde se realizaban los encuentros. El jefe de la Felcc recordó que si bien la prostitución no constituye delito, sí lo es el proxenetismo, es decir, que un tercero induzca o se beneficie económicamente de prostituir a otra persona.

Subastas por WhatsApp

 El mayor Napoleón Espejo, jefe de la División Trata y Tráfico de Personas, señaló que en el peritaje realizado al teléfono de Alvin Torrico Heredia, se encontraron contactos con al menos seis víctimas, en apariencia menores de edad, aunque por el momento se ha podido constatar que dos lo son, una de ellas de 18 años a la que venía prostituyendo desde hace dos meses.

La otra es una adolescente de 16 años, de quien se ofrecía su virginidad en una subasta, con un ‘precio base’ y brindando información sobre la muchacha a los miembros de los grupos, quienes empezaban una ‘puja’ como en un remate, hasta que se llegue a la mayor oferta.

Sin embargo, se indaga si esta víctima llegó a ser prostituida por Alvin Torrico. Gracias al ciberpatrullaje la Policía logró determinar que el sujeto tenía su centro de operaciones en la Plazuela Fátima, donde fue aprehendido.