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La Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) ve una responsabilidad en el Gobierno nacional por la autorización, mediante decreto, de los desmontes y chaqueos controlados, que considera ha sido base para que se provoquen los incendios forestales que han consumido miles de hectáreas en la Chiquitania cruceña.

Al mismo tiempo, emplazan a la administración de Evo Morales a escuchar el "clamor popular" y declare Desastre Nacional para que se efectivice la ayuda internacional sin restricciones.

En un comunicado de prensa, Monseñor Aurelio Pesoa, secretario de la CEB, dijo que el DS 3973 fue concebida "sin el debido análisis y sin conocimientos del medio" dejando "serios indicios de que detrás de este desastre nacional y humanitario hay una decisión de ampliar la frontera agrícola en Bolivia" que no ha tenido en cuenta el interés común ni los principios básicos de la ética ecológica.

"El hecho de que no se hubiera dado un debate nacional despierta la sospecha de que hay intereses tras esta situación, es urgente un debate sobre la ampliación de la superficie agrícola del país", apuntó Pesoa.

"Como medidas inmediatas es necesario que se revoque la autorización de desmontes y chaqueos y se declare emergencia nacional en las zonas afectadas con promulgación del decreto de movilización y pausa ecológica, permitiendo solo actividades de reforestación", concluyó.