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El expresidente Carlos Mesa incurrió el lunes en nuevas contradicciones al intentar deslindar su responsabilidad de los hechos de violencia que impulsaron esta jornada grupos de la oposición en varios partes del país y dijo que el "monumental fraude" que denunció tras perder las elecciones generales lo planteó una misión de observadores de la OEA.

Mesa, quien dimitió tres veces a la Presidencia en 2005 aquejado por conflictos sociales, lleva una semana convocando y alentando las protestas callejeras en un intento por volver al poder, aunque haya perdido los comicios frente al presidente Evo Morales en primera vuelta.

"Están tratando de responsabilizarme de un inventado golpe de Estado", dijo Mesa, quien primero se declaró con el derecho de disputar un balotaje y, cuando el Tribunal Supremo Electoral confirmó su derrota, llamó a desconocer los resultados de la votación.

Mesa junto a grupos de la extrema derecha llevaba meses dirigiendo una campaña contra la candidatura de Morales, pero el 20 de octubre la población respaldó al mandatario izquierdista con el 47,08%, superando al presidenciable de Comunidad Ciudadana (CC) por más de 10 puntos porcentuales, lo que sepultó la posibilidad de una segunda vuelta.

"Aquí estoy. O voy preso o voy a la presidencia", manifestó Mesa ante sus seguidores, quien hace una semana detonó con sus acusaciones de fraude violentas manifestaciones que terminaron con tribunales electorales departamentales destruidos y seguidores del Movimiento Al Socialismo (MAS) perseguidos y heridos por grupos de choque.

"A ustedes, Morales y (Álvaro) García Linera se les ha acabado el tiempo", enfatizó Mesa al anunciar que las protestas de la oposición se intensificarán en los siguientes días.

Mesa dio por desechada la posibilidad de que una auditoría de la OEA al cómputo de los sufragios pacifique el país.

"El Gobierno tiene que reconocer este monumental fraude, no lo dice Carlos Mesa, lo dice la comunidad internacional, lo ha planteado la OEA y su misión de observadores; la Unión Europea y países tan importantes como Estados Unidos y Brasil. No estamos hablando de una presunción subjetiva y esto se niega a reconocer el Gobierno", indicó.

El TSE rechazó las acusaciones de fraude en las elecciones generales y dejó la puerta abierta a posibles auditorías destinadas a comprobar la transparencia de ese proceso que, en su recta final, fue empañado por violentas manifestaciones alentadas por políticos de la extrema derecha.

"Que demuestren, que traigan pruebas", emplazó por su parte Morales ante una multitud de personas que celebró en El Alto el triunfo del MAS.

"Vayamos por la auditoría, voto por voto", enfatizó solo a tiempo de reiterar su pedido a la comunidad internacional de llegar a Bolivia y comprobar la transparencia del proceso electoral.///