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El presidente Evo Morales reveló esta jornada, durante un acto en Oruro, que algunos de sus militantes lo llaman llorando ante la crisis que vive el país, por las denuncias de “fraude” en las elecciones generales del 20 de octubre, pero los tranquiliza advirtiendo división entre los movimientos cívicos y los líderes políticos.

“Solo unidad, unidad, yo sé, algunos hermanos me llaman llorando, amargados, ellos quieren que estemos llorando, no vamos a estar llorando, con fuerza, con unidad para enfrentar estas agresiones y defender nuestro proceso de cambio, debemos sentirnos orgullosos de ser masistas”, dijo durante su discurso.

Manifestó que quienes protestan contra su victoria en primera vuelta, “están divididos, unos dicen fuera Evo, otros dicen nuevas elecciones, otros dicen segunda vuelta, no es cueca, pues, para bailar segunda vuelta, entonces cuál, finalmente, los que dicen fuera Evo es golpe de Estado”.

Ratificó que “si dicen que hay fraude, que haya un control, pues, que revisen, que hagan auditoría, no tengo nada que ocultar, nosotros nunca ganamos con fraude, con mentira, nunca”, afirmando que la historia se repite en relación a la violencia que sufren los indígenas en el país.

“Algunos grupos racistas usan la religión para discriminación, levantan el nombre de Dios para odiarnos, para despreciarnos, algunos grupos, no es toda Santa Cruz. Nuevamente a las hermanas de pollera las patean, que yo sepa, Jesucristo decía que, si hay ofensa, dan otra mejilla, que yo sepa, la religión es para pacificación y no para la discriminación”, explicó.