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Fijan una posición ante las protestas. El Tribunal Supremo Electoral (TSE) informó la tarde de este viernes que “por ningún motivo se podría anular una elección”, ante las conclusiones de masivos cabildos que exigen descartar los comicios generales del 20 de octubre y dar paso a un nuevo proceso ante las sospechas sobre un “fraude”.

“Por garantía legal y jurídica de cualquier Estado, particularmente en Bolivia, una elección no reconoce nulidad, eso está en nuestra ley”, afirmó el vocal Idelfonso Mamani a nombre de la Sala Plena de esa instancia, ratificando que los resultados de esa votación son “sagrados”.

También calificó como “infundados” e “irrisorios” los datos que presentó el ingeniero Edgar Villegas, respecto a irregularidades que habrían permitido la victoria del MAS de Evo Morales en primera vuelta.

El profesional puso en evidencia una supuesta manipulación de actas electorales y publicó una base de datos e imágenes de actas de cómputo y convocó a que más profesionales del área.

“Nos dicen de un señor, Edgar Villegas, que hace denuncias o comentarios infundados, y la institución no da crédito a eso, son comentarios a un ciudadano que tiene imaginación de fraude, nosotros trabajamos sobre documentos y la auditoría de la OEA comprobará nuestro buen actuar”, acotó Mamani.

A su turno, la presidenta del TSE, María Eugenia Choque, ante los pedidos de renuncia por parte de las manifestaciones, dijo: “La designación de estos vocales ha estado en manos de la Asamblea y será la Asamblea la que vea cómo proceder”.

Finalmente, la vocal Lucy Cruz, designada del presidente ante el TSE, negó que hubiera dato instrucciones a la empresa Neotec para que se paralice la actualización de datos del TREP, como denunció en la víspera en CNN el representante de esa entidad, Marcel Guzmán de Rojas.

“Las respuestas están respondidas (…) Los vocales no damos instrucciones, yo no instruí en ningún momento eso”, se limitó a afirmar la integrante del TSE, sin dar mayor crédito a las versiones que apuntan a que ella fue quien paralizó los datos ante la tendencia que apuntaba a una segunda vuelta.