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En los próximos meses la Fuerza Aérea de EEUU aumentará su componente espacial tanto en número como en capacidades. Uno de sus objetivos principales es llevar a cabo operaciones espaciales de forma correcta, escribe la secretaria de la Fuerza Aérea, Heather Wilson.

En su artículo para el portal Defense One, la titular apunta que esta rama militar y toda la nación estadounidense se encuentran en una "encrucijada crítica", ya que el espacio está "interconectado con la vida del país y el éxito militar de EEUU".

"Es el momento de integrar, elevar y normalizar el espacio en la Fuerza Aérea y así asegurar la hegemonía estadounidense continua en este dominio más crítico", expresa Wilson.

Según agrega, el proceso será llevado a cabo de manera sistemática, aprovechando las "lecciones de periodos anteriores en los que los pilotos crearon los recursos, herramientas y metodología necesarias para asegurar la libertad de acceso y de operación para el sector militar de EEUU en general".

Wilson indica que se creará una nueva oficina dentro del Pentágono, que se encargará del reclutamiento, entrenamiento y equipamiento de los aviadores militares para las misiones espaciales. Este organismo, según profundiza, asegurará que Washington mantenga la superioridad en el espacio.

"En resumen, debemos formar a los pilotos espaciales que tengan las herramientas, entrenamiento y recursos para luchar cuando —y en el caso de que— la guerra se extienda al espacio", enfatiza Wilson.

Además, detalla que el creciente número de lanzamientos al espacio realizados desde las bases militares de la Fuerza Aérea indica el "compromiso de la nación de mantener el liderazgo tecnológico por encima de la Tierra".

Así, este "renacimiento del lanzamiento espacial comercial y militar" se acompañará por un "esfuerzo paralelo para desarrollar fuerzas, lo suficientemente entrenadas y equipadas para un conflicto del siglo XXI".

A juicio de Wilson, la guerra se está volviendo cada vez más compleja y puede llevarse a cabo en muchos lugares simultáneamente: en tierra y mar, aire y espacio. Por lo cual, "requerirá un nuevo pensamiento y, tal vez, un entrenamiento inimaginable", concluye.