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En una playa privada de las Bahamas abrió el primer resort para personas con obesidad. Para promocionarlo invitaron a la joven modelo de talla grande Holly Macgillivray, quien contó su experiencia. La joven estuvo en el santuario para gente cuyo peso excede los 100 kilos, en donde se encontró con camas con refuerzos, sillas con asientos y respaldos de más de un metro de ancho y con un buffet abierto para el desayuno, el almuerzo y la cena. La modelo vacacionó en la isla junto a otras ocho personas que pesaban entre 114 y 190 kilos.

"Vi que buscaban a británicos que superaran los 100 kilos, que fueran infelices con su aspecto físico y que hubieran roto reposeras o no hubieran entrado en asientos de aviones y que sintieran que no pueden ir de vacaciones por su tamaño", contó.

"Yo no me siento así, salgo todo el tiempo, uso bikinis y entro en los asientos de los aviones sin ningún problema, pero quería mostrar que no todas las personas gordas son poco atractivas o huelen mal", explicó la joven de 27 años. El show, donde los huéspedes disfrutaban de su estadía en el hotel, fue transmitido en la televisión británica y tuvo una gran audiencia. "Fui la más pequeña de los que participamos. Algunos de los otros nunca habían ido a la playa antes", agregó.

Holly disfrutó de nueve días en la isla. En un principio pensó que la idea era insultante, porque su peso no es un problema para ella, pero se dio cuenta que para algunos de sus compañeros la exclusividad del hotel fue un valor agregado porque pudieron disfrutar de la estadía sin nadie que los estuviera "mirando constantemente, señalando o riéndose".

"Todos comemos de más por algún problema o alguna otra razón. Si fuera tan fácil perder peso no habría personas gordas en el mundo", contó. Durante la experiencia tuvieron un momento de reflexión para conocerse, saber qué los llevó a estar más pesados de lo que es saludable, pero también a amarse.

Ubicación soñada

El resort está ubicado en la isla paradisíaca de Eleuthera en las Bahamas, y busca encontrar un nicho en los turistas de tallas grandes que buscan visitar centros turísticos convencionales que, alguna vez, les había hecho odiar las vacaciones en la playa. De esta forma, se convirtió en el primer hotel del mundo exclusivo para personas “XL”.

El estadounidense James King, propietario del lugar, aseguró que “el resort tiene suficiente lugar para que los huéspedes se sientan cómodos”. El hotel es una zona "libre de juicios", un lugar donde los visitantes se pueden desvestir sin que se sientan avergonzados ni prejuiciados por ser "grandes".