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El fiscal Juan Villarroel, responsable de la comisión de fiscales que investigan el caso de las explosiones en Oruro.

Por lo que se realizó la necropsia al cuerpo de la menor A.F. Herrera, una de las víctimas e hija de Juan Carlos Herrera, principal sospechoso de las detonaciones.  

Juan Carlos es el único detenido del caso de la primera explosión ocurrida el 10 de febrero en la intersección de las calles Ejército y Bakovic. En ese hecho murieron su suegra, su hija, su esposa, su tío y tres sobrinos, luego de que un artefacto provocara un estallido, que además causó diversas lesiones a 40 personas.

La autoridad dijo que la muestra será enviada al Instituto de Investigación Forense (IDIF) de la ciudad de Cochabamba, donde será cotejada con las de Herrera, a fin de establecer si la menor era hija consanguínea de Herrera.

"Existen algunas versiones de que la menor no sea hija del principal sospechoso de la explosión, con la necropsia podremos descartar esta versión. De las declaraciones informativas dicen que cuando la esposa estaba en etapa de gestación fue vista con otra persona", indicó Villarroel.

Según la  triangulación de llamadas telefónicas realizadas al teléfono de Gisselle Khaterine Balderrama, pareja sentimental de Juan Carlos Herrera, se determinó que ella tenía contacto estrecho con otra persona de sexo  masculino (sin  identificar),   incluso se  evidencia la relación sentimental  entre ambos  al mismo tiempo.

La menor, víctima de la explosión, falleció instantáneamente a consecuencia de la  mutilación de partes del cuerpo, quemaduras de tercer nivel y otras lesiones graves. Al momento de la explosión la niña se encontraba acompañada por su madre Gisselle Balderrama, que también resultó gravemente herida y después falleció en el hospital Oruro - Corea.///