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Jerusalén resuena para los cristianos, judíos y los musulmanes. La ciudad, donde Donald Trump dispuso trasladar la embajada de Estados Unidos en Israel, alberga lugares sagrados para las tres religiones.

“Ahí viven palestinos, ortodoxos, católicos y demás. También está un santuario del judaísmo. Jerusalén tiene una importancia histórica”, explicó a RPP Yassin Kaoud, expresidente de la Federación Palestina en el Perú.

La Ciudad Antigua, donde se encuentran sus estructuras históricas, está dividida en cuatro sectores que ocupan diferentes grupos: cristianos, musulmanes, judíos y armenios. Estos son los lugares sagrados para tres religiones.

Cristianos

La Iglesia del Santo Sepulcro está en el sector llamado Gólgota. Según los evangelios está edificada en el lugar exacto donde se produjo la crucifixión, sepultura y resurrección de Cristo. El templo, también conocido como Basílica de la Resurreción, es un importante centro de peregrinación cristiana desde el siglo IV. También es la sede del Patriarcado Ortodoxo de Jerusalén.

La tumba de Jesús en la Iglesia del Santo Sepulcro. | Fuente: AFP | Fotógrafo: GALI TIBBON

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2. Musulmanes

Jerusalén tiene en una meseta el monumento de la Cúpula de la Roca y la mezquita de Al-Aqsa, que representan el tercer sitio más sagrado para el Islam. Los musulmanes creen que en donde está la Cúpula de la Roca fue el lugar desde donde Mahoma ascendió a los cielos para reunirse con Dios acompañado por el ángel Gabriel. La edificación fue construida al final del siglo VII por el califa Abd al-Malik.

El sitio es constantemente visitado por musulmanes durante todo el año y durante cada viernes del mes de Ramadan acuden cientos de miles a rezar.

La foto muestra iluminadas a la Cúpula de la Roca y la mezquita de Al-Aqsa. | Fuente: AFP | Fotógrafo: AHMAD GHARABLI

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3. Judíos

El Muro de los Lamentos es parte de lo quedó del Templo de Jerusalén, edificado por Heroes el Grande cerca del 19 a.C. y destruido por los romanos. Se trata del sitio más sagrado del judaísmo. Cada año millones de judíos de todas partes del mundo lo visitan para rezar y conectarse con sus raíces. 

Donald Trump en su visita al Muro de los Lamentos durante su visita a Israel. | Fuente: Japan Times