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La selección de Portugal, ya concentrada en el complejo deportivo a las afueras de Moscú que le servirá de sede durante la Copa del Mundo, fue sorprendida con una recepción tradicional rusa que asombró y divirtió a los lusos; especialmente al capital del equipo, Cristiano Ronaldo.

Mientras el seleccionado se preparaba para una foto grupal, una joven rusa vestida con un atuendo tradicional se acercó a la estrella portuguesa sosteniendo en sus manos una bandeja con una hogaza de pan y sal, como parte de un ritual típico de bienvenida.

Aunque el futbolista lucía desconcertado, accedió a tomar un trozo y espolvorear un poco de sal sobre él, ante la expectativa de sus compañeros. Finalmente mordió un trozo y sonrió mientras bromeaba con el entrenador de la selección, Fernando Santos, y el resto del grupo.

El pan y la sal son símbolos de hospitalidad y amistad en Rusia. La tradición de ofrecer ambos alimentos se remonta a varios siglos atrás y suele hacerse para recibir invitados importantes, respetados o admirados.///