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El tumor que le extrajeron al presidente Evo Morales el pasado martes en la clínica cubana del Colaborador en La Paz, estaba ubicado en la garganta, en la misma zona de donde el año pasado fue extraído un nódulo y por el que tuvo que viajar hasta La Habana.

Morales apareció ayer, por primera vez en público después de su intervención, en la fase final de la novena versión de los Juegos Estudiantiles que se realizó en Shinahota.

El Mandatario llegó a Chapare a las 10 de la mañana y presenció los partidos de la final de fútsal en el coliseo cerrado de Shinahota. Estaba sentado con un polerón manga larga, junto a dirigentes y autoridades del trópico de Cochabamba.

Pese a notarse un poco delgado, estuvo activo porque entregó los premios a los deportistas ganadores, los felicitó y también se sacó algunas fotos con ellos.

Según algunos dirigentes, Morales tomó jugos de frutas, comió un plato preparado con pescado y “estaba normal”. Aunque habló y rió con dirigentes y autoridades que lo acompañaban, le habrían recomendado no dar discursos largos, a diferencia de la primera intervención, cuando tuvo que reposar la voz hasta por siete días.

La primera cirugía se realizó el 1 de abril de 2017 en el Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas (Cimeq) de La Habana, Cuba; en esa oportunidad le extrajeron un nódulo descubierto en la cuerda bucal izquierda, pero, a diferencia de esta vez, el ministro de la Presidencia de ese tiempo, René Martínez, informó sobre todo el procedimiento antes y después de la intervención.

Sin embargo, en esta ocasión ninguna autoridad dio detalles de la cirugía a la que se sometió Morales el pasado martes por la tarde, sino que fue ese mismo día por la noche que se conoció mediante un comunicado que el Mandatario se ausentaría porque estaba internado para someterse a un examen de rutina. Sin embargo, al día siguiente, fue el Presidente quien, mediante un tuit, informó que se habría sometido a una cirugía para extraer un “pequeño tumor” y que ayer sería dado de alta.///