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Croacia tendrá la posibilidad por primera vez en su historia de reinar en el mundo. Supo reaccionar a tiempo tirando de orgullo para culminar en la prórroga contra Inglaterra una remontada que eclipsa la gesta de sus ancestros 20 años atrás en el Mundial de Francia (2-1). El tope de semifinales con el que se toparon Suker, Boban y compañía lo hizo volar por los aires la deliciosa generación competitiva liderada por Modric y Rakitic. La selección gala fue en aquella ocasión su verdugo en semifinales. Ahora llega la hora de vengarse.

Perisic en la segunda parte y Mandzukic en el tiempo extra dieron la vuelta al tanto inicial de Trippier. Un éxito sin precedentes en el fútbol balcánico en una selección que ha sabido dotar a su garra y carácter tintes de calidad con algunos jugadores que le ha permitido marcar la diferencia y ser la gran sorpresa en Rusia. En cambio, Inglaterra pierde una oportunidad de oro cuando muchos ya empezaban a emocionarse con una nueva final medio siglo después de la primera y única.

Es bien sabido que Southgate no pretende enamorar a su país con su juego. La propuesta inglesa es simple y sin estridencias. Una idea clara basada en los orígenes de su fútbol, con la potenciación del juego aéreo y dándole importancia al balón parado, el protagonista indiscutible de este Mundial.

No podía ser de otra manera cómo los Three Lions tomaran ventaja en el marcador. Una falta centrada cerca de la media luna la ejecutó a las mil maravillas Trippier. Confeso admirador del golpeo de balón de Pirlo y su ídolo Beckham, el lateral del Tottenham la mandó lejos del alcance de un Subasic completamente superado.

Trippier y sus compañeros celebran el primer gol (AFP)

Sólo se llevaban cinco minutos e Inglaterra ya tenía otra vez el partido de cara. Como ya sucediera contra Colombia y Suecia, no tuvo ningún problema en cederle la iniciativa a Croacia. Dalic volvió a decantarse por Brozovic en el centro del campo para soltar a Modric y Rakitic, una de las mejores sociedades en Rusia. Sin embargo, le faltaba chispa al combinado balcánico, incapaz de encontrar grietas para perforar el área de los ingleses. El disparo lejano parecía la vía, más fruto de la desesperación por falta de alternativas que otra cosa.

Los ingleses seguían a los suyo, con la intención de intimidar con el imán Maguire en los córneres y salir rápido al contragolpe con sus hombres más eléctricos. En uno de esos acercamientos la tuvo Kane, que incomprensiblemente falló un mano a mano y envió un balón asequible al poste en la misma jugada. Había sido anulada, pero el desaparecido VAR -desconectado en las últimas eliminatorias- hubiera tenido algo que decir. Lingard gozó de otra clara antes del descanso que no encontró puerta por los pelos.

Poco cambió el guión sobre el campo en los primeros minutos del segundo tiempo, aunque sí empezaron a aparecer por su cuenta algunos de los jugadores croatas. La solución individual para acabar con el bloqueo llegó gracias Perisic. Multiplicado sobre el campo, empezó a crearle problemas a una Inglatera demasiado echada atrás. Walker salvó con sus partes nobles el empate a manos del ‘4’, pero nada pudo hacer en la segunda.

Perisic se anticipó al defensa del City, y con la espuela, remató con clase un centro potente de Vrsaljko. 1-1 con poco más de 20 minutos por delante, demostrando los croatas una vez más que necesitan mucho más veneno para morir. A partir de ese momento el encuentro fue suyo. Poco después del gol, otra vez Perisic después de marcharse de su marca con una bicicleta estuvo cerca del gol. Sólo el poste evitó la remontada instantánea.

Perisic puso las tablas en el marcador (AFP)

Hubo alternativas en las áreas, pero otra vez el tiempo extra hizo acto de presencia en una eliminatoria de los croatas. La ilusión para estar en una final era tan grande que la fatiga de dos prórrogas y dos tandas de penalti no fueron una excusa por no ir a por el partido. Croacia fue perseverante y finalmente encontró el premio del gol. Una peinada con más fe que otra cosa de Perisic se la creyó Mandzukic. El delantero de la Juventus fue a recoger el balón ante la lentitud de los centrales ingleses, y con la zurda puso el 2-1 que ya sería definitivo.////