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Un caso más de bullying en Estados Unidos. Siete pequeñuelos bravucones golpeaban sin misericordia al mejor amigo de Carter English,de 6 años. Él lo defendió, pero pagó caro el precio de su bondad, ya que los pequeños agresores se ensañaron con él hasta enviarlo al hospital.

El saldo de la golpiza fue un brazo roto, moretones y lesiones en el rostro. La golpiza fue brutal, ya que los siete niños le arrojaron piedras, lo golpearon con palos y le frotaron los ojos con aserrín.

Vale precisar que el pequeño es autista, lleva con él una condición neurofisiológica que afecta su desarrollo social. Una condición que lleva el peso del prejuicio. Sin embargo, con sus acciones Carter demuestra que quienes poseen la condición del Transtorno del Espectro Autista (TEA) pueden entender las emociones de los demás y ser empáticas.

El escenario de la pelea fue el complejo habitacional en Olympia (Washington, Estados Unidos) durante la tarde del miércoles 22 de agosto, luego de que Carter viera, con horror, como el grupo de niños atacaba a su amigo.

“Ellos lo estaban molestando y le pegaban. Yo solo les pedí que no lo hicieran y entonces se fueron contra mí”, señaló el pequeño Carter durante una entrevista.

Cuando la madre de Carter lo encontró con el brazo roto, el codo fracturado, un ojo lacerado y varios cortes y rasguños en el rostro y cabeza lo llevó de emergencia al hospital Harborview, en Seattle.

Lamentablemente, Carter English está muy asustado luego de la golpiza, ya que ha señalado que teme que los siete niños lo ataquen otra vez.

Acerca de los agresores se sabe que el líder es un menor de 5 años, quien ya fue identificado por la policía. Los servicios sociales  investigarán más acerca del entorno en el que viven los pequeños que propinaron la golpiza. 

El caso ha conmovido de tal forma que los amigos de la familia English crearon una campaña de crowfundig en Go Fund Me para apoyar a Carter a pagar sus gastos médicos.