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El Tribunal Superior Electoral le dio ayer un ultimátum al Partido de los Trabajadores (PT) para que suspenda la transmisión de propagandas en que promueve a Lula da Silva como su candidato para las elecciones presidenciales del 7 de octubre pese a que el expresidente fue inhabilitado.

En una sentencia divulgada el domingo, el magistrado Luis Roberto Barroso, advirtió que si el PT continúa divulgando propagandas para promover la candidatura de Lula ordenará la suspensión inmediata de todos los anuncios que el PT tiene derecho a transmitir en radio y televisión.

El magistrado, que es vicepresidente del tribunal, recordó que la autoridad electoral ya declaró a Lula inelegible y le dio plazo al PT hasta el martes para que anuncie a su nuevo candidato presidencial.

“Le ordeno a la coalición (del PT) y a Luiz Inácio Lula da Silva que se abstengan, en cualquier medio de comunicación o propaganda electoral, de presentar a Lula como candidato al cargo de Presidente y de apoyarlo en la condición de candidato, bajo la pena de que, en caso de incumplimiento, se les suspenda (el derecho a) la propaganda electoral”, dice la sentencia.

El magistrado agregó que, una vez dada la determinación, cualquier juez auxiliar podrá hacerla cumplir en caso de que el PT vuelva a violar la norma.

Barroso se pronunció luego de que la Fiscalía denunciara que, pese a las diferentes sentencias para que el PT suspenda piezas de publicidad en las que Lula es presentado como candidato, la formación continúa haciéndolo de forma disimulada o indirecta.

La Fiscalía exigió una decisión del tribunal que impida definitivamente “cualquier otro juego de palabras destinado a alimentar la idea de que la candidatura aún continúa”.

El TSE decidió el 1 de septiembre que Lula, preso desde abril pasado para purgar una condena de 12 años por corrupción, no puede aspirar a la Presidencia por haber sido condenado en segunda instancia por corrupción.

La llamada Ley de Ficha Limpia prohíbe que sean postulados a cargos públicos los condenados en segunda instancia por el tribunal colegiado, como es el caso del expresidente, una medida de combate a la corrupción que fue sancionada por el propio Lula en 2010.

El líder socialista, que lidera todas las encuestas de intención de voto con un favoritismo de cerca del 40 %, alega que fue condenado injustamente y sufre una persecución política destinada a impedir que sea elegido para un tercer mandato.

Sus abogados, por lo mismo, presentaron recursos tanto ante el tribunal electoral como ante la Corte Suprema para intentar salvar la candidatura del expresidente.

Pese a que el plazo para anunciar su nuevo candidato vence el martes, el PT ha dicho que solo lo hará cuando no quede ningún recurso pendiente entre los intentados para salvar la candidatura.

El más probable sucesor de Lula como candidato es su exministro de Educación Fernando Haddad, candidato a vicepresidente.

Jefe del Ejército vuelve a intervenir

El comandante en jefe del Ejército lanzó una advertencia contra la candidatura de Lula. El general Eduardo Villas Boas dijo, al diario Estadao de S.Paulo, que el pedido del Comité de Derechos Humanos de la ONU para que Lula pueda mantener su candidatura “es un intento de invasión a la soberanía nacional”. “Depende de nosotros permitir que se confirme o no. Nos preocupa, porque puede comprometer nuestra estabilidad, las condiciones de gobernabilidad y de legitimidad del próximo gobierno”, advirtió.

El PT llamó a repudiar “la tutela militar sobre la democracia”. “Después de decir quién puede o no puede ser candidato, de interpretar arbitrariamente la ley y la Constitución, ¿que más van a querer? ¿Decidir si el electo toma posesión?”, interroga el comunicado del PT.