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Una pareja de Reino Unido viajó a Estados Unidos para poder tener un nieto con el esperma de su hijo muerto. El hijo del matrimonio británico falleció a los 26 años en un trágico accidente de tránsito, mientras montaba motocicleta. Dos días después, las autoridades encontraron el cuerpo del joven. Ellos estaban desolados, pues se trataba de su único hijo. Así que le pidieron a un urólogo que extrajera el esperma del cuerpo de su hijo muerto.

Este procedimiento es ilegal en Reino Unido, ya que para extraer el esperma de una persona se requiere de su consentimiento. Sin embargo, el médico extrajo el esperma antes de que pasaran las 70 horas de fallecido. Un laboratorio se encargó de congelar y almacenar la muestra. Luego, la trasladó a Estados Unidos, donde los padres del joven fallecido iban concebir a su nieto en un tratamiento de fertilidad, con ayuda de un vientre de alquiler.

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La pareja británica se contactó en California, Estados Unidos, una clínica especializada en fertilidad y selección de género, ya que querían un nieto varón. Decidieron hacer el procedimiento en el país americano ya que concebir un niño con esperma póstumo y elegir el sexo del bebé es ilegal en Reino Unido. Consiguieron un óvulo donado y un vientre subrogado. La clínica que llevó el tratamiento de fertilidad creó cuatro embriones, de los cuales la pareja escogió uno y mantuvo los otros tres almacenados. El costo habría sido entre 75 mil y 130 mil dólares.

El bebé varón nació en Estados Unidos y en la actualidad está siendo criado por sus abuelos en Reino Unido. Ellos realizaron el trámite para ser nombrados legalmente los padres del pequeño.