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El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, reconoció por primera vez que podría tener problemas de salud y que se había sometido a una colonoscopia y endoscopia, por temor a que pueda tratarse de cáncer, informan medios locales. 

Tres semanas después de que le examinaran el tracto digestivo y el colon, el mandatario de 73 años informó que tenía que someterse a exámenes adicionales esta semana para ver si tenía algún tumor. Al afirmar que aún está esperando los resultados de las pruebas médicas, el controvertido líder insinuó que su condición esofágica podría haber empeorado.

"Lo ignoré, no dejé de beber, así que empeoró", admitió Duterte durante un discurso en Manila, que fue televisado a nivel nacional. "No sé dónde estoy ahora físicamente, pero tengo que esperar".

"Pero si es cáncer, es cáncer. Si es la tercera etapa, no habrá más tratamiento. No prolongaré la agonía en esta oficina ni en ningún otro lugar", aseveró el presidente filipino.

Su secretario ejecutivo, Salvador Medialdea, confirmó que el presidente se sometió a una colonoscopia el miércoles, un procedimiento al que el mandatario se "somete cada año". Se realizó la misma prueba hace tres semanas, pero sus médicos querían obtener más muestras de tejido.

Las frecuentes desapariciones de Duterte han alimentado los rumores de que su salud se está empeorando y que el Gobierno está tratando de mantenerlo en secreto.