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El 17 de agosto de 2016, un conscripto de turno fue hallado sin vida en una serranía de Colomi. Sus asesinos intentaron que pareciera un suicidio, pero ya entonces la autopsia reveló que le habían disparado dos tiros, uno en el pecho y otro en la cabeza. A 15 meses del crimen, se conoció que los presuntos autores del asesinato serían otros dos militares, un hombre y una mujer que son pareja y que ya están aprehendidos.

José Nicolás Pardo Pinto, de 18 años, no se suicidó. Él estaba de servicio la madrugada del 16 de agosto en el Regimiento René Barrientos Ortuño de Colomi, pero desapareció de esa unidad militar.

Horas después, su cadáver fue hallado en una serranía a cinco kilómetros de la plaza de ese municipio. A simple vista, los investigadores policiales se percataron de que el fusil “le fue colocado” en las manos a la víctima con el objetivo de hacer pensar a los demás que él se había suicidado. La autopsia descartó el autoatentado, pues la víctima tenía dos heridas: traumatismo cráneo encefálico abierto y otro traumatismo torácico abdominal. 

Los dos tiros correspondían a un calibre 7.62, un arma de uso militar. Las investigaciones posteriores identificaron a dos militares como los principales sospechosos del crimen. Son dos instructores del Regimiento René Barrientos Ortuño: el subteniente Juve Adolfo A.N. y la sargento Flora C.R., quien había sostenido una relación sentimental con el conscripto José Nicolás Pardo, pese a ser pareja del subteniente. 

Este, al enterarse, habría victimado al soldado utilizando el arma de él, dentro del mismo regimiento. 
 

Testigos del asesinato callaron por más de un año, pero finalmente delataron a la pareja. El subteniente y la sargento habrían trasladado el cadáver del conscripto a la serranía. La pareja fue aprehendida ayer en la unidad militar a la espera de su audiencia cautelar el celdas de la FELCC.

vc