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La Nueva Constitución de Cuba tiene en su artículo 68 toda la atención del país, que se ha visto dividido por el inciso que abre las puertas a la posibilidad de que se permita el matrimonio de personas del mismo sexo en la Isla, algo impensable hasta unos años en un país que durante los años de la revolución reprimió los derechos de la comunidad LGTBI.

Según el diario oficial Granma, la nueva Constitución de Cuba define al matrimonio como "la unión voluntaria consensuada entre dos personas, sin especificar sexo". La nueva Carta Magna es debatida en todo el país, con posturas a favor y en contra de la medida. La comunidad LGTBI incluso organizó marchas en las que dicen apoyan la medida, y ellos responden “con amor al odio de quienes los rechazan”.

Como es lógico, esta controversial medida ha generado el rechazo de la Iglesia Católica y también de la Evangélica. "Estamos a favor del diseño original. Matrimonio: hombre + mujer", es la pancarta que adorna la entrada de uno de los templos en La Habana. La postura de los religiosos es marcadamente en contra del polémico artículo 68.

Por su parte, el presidente Miguel Díaz-Canel se pronunció en favor de legalizar el matrimonio homosexual en Cuba, en una entrevista Telesur, señaló que "reconocer al matrimonio entre personas, sin limitaciones, responde a un problema de eliminar cualquier tipo de discriminación en la sociedad".

"El país ha ido cambiando, las concepciones también van cambiando, el país evoluciona. No estamos en una burbuja y vamos viviendo realidades (...) En estos años que hemos vivido hay una evolución tremenda en el pensamiento, se han roto muchos tabúes que antes eran cosas muy establecidas y hay una juventud que empuja mucho", explicó Miguel Díaz-Canel a dicho medio.

Mariela Castro, hija del expresidente Raúl Castro, es quien promovió esta enmienda en la Constitución. Ella es además directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) y la referente más influyente en comunidad LGTBI, por su poder dentro del Partido Comunista de Cuba.