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Un tenso ambiente se respira en inmediaciones de la avenida Grigotá, en la zona de la Ramada, donde un grupo numeroso de comerciantes buscan asentarse desde tempranas horas de este sábado para comercializar sus productos con motivo del Año Nuevo. Hasta este lugar llegó un contingente de gendarmes municipales con la misión de despejar la ruta con el apoyo de la Policía nacional, que funge de mediadora para evitar un enfrentamiento entre ambos bandos.

Ante la oposición de la Alcaldía a que los comerciantes se asienten en la vía pública, los vendedores pidieron tolerancia solo por tres días y con la promesa de dejar el lugar para el feriado de Año Nuevo.  

El oficial de la Policía está en la zona consulta al municipio sobre el pedido de los vendedores, mientras que los representantes del municipio indicaron que esperan la presencia de fiscales para proceder al desalojo.

La Alcaldía cruceña adelantó el viernes un decreto de siete artículos donde ordena a los diferentes secretarios municipales coordinar acciones de prevención con la Policía, con la Fiscalía y, de ser necesario, con el Ejército para evitar que los informales se asienten en las vías de La Ramada y de Los Pozos. Además, desplegó a más de 500 gerdarmes municipales para custodiar la zona. ///