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El presenciar a personas consumiendo bebidas alcohólicas en la vía pública, como ser plazas, parques, lugares de recreación y otros se ha hecho prácticamente normal en Tarija, tanto así que desde enero hasta el mes de octubre la Policía, a través de la Patrulla de Auxilio y Cooperación Ciudadana (PAC) ha realizado un total de 6.878 desalojos de personas que bebían en estos lugares.

Parroquianos, jóvenes, personas mayores y hasta escolares han sido desalojados y los lugares identificados son varios. Aunque quienes más tarea dan a la PAC son los bebedores consuetudinarios. Los meses de enero, febrero y marzo, fueron los que más tarea dieron, con 1.227, 1.146 y 1.034 respectivamente; y la cantidad de desalojos disminuyeron a medida que avanzó el año.
En abril fueron 673, mayo 612, junio 529, julio 370, agosto 361, septiembre 450, y octubre 476, haciendo un total de 6878. Los desalojos fueron realizados dentro de las tareas del plan Tukuy Rikuy en control a las infracciones a la Ley 259.
El director de la PAC, capitán Luis Carvajal, informó que como unidad se ven obligados a precautelar por la seguridad de la ciudadanía, razón por la cual hacen recorridos constantes a plazas, parques y lugares alejados, donde se encuentra todos los días a personas que están consumiendo bebidas alcohólicas. 
De los lugares identificados como preferidos por los que beben en la vía pública se tiene: detrás del Hospital San Juan de Dios, el Parque Temático, debajo de los puentes, a orillas del río Guadalquivir, la zona de Juan Pablo II y otros. En muchos de estos lugares, los bebedores tienen su propio domicilio cerca de esas zonas. 
Consultado sobre en qué consiste la labor de la PAC cuando se hacen los desalojos, Carvajal explicó que prácticamente consiste en despejar la vía o zona pública, dado que no se puede llevar a estas personas a centros de rehabilitación, pues esto tiene que ser voluntario por parte de los bebedores. 
Y tampoco se puede llevar a estas personas a los centros de acogida o albergues municipales, dado que no son recibidos en los mismos, por lo que prácticamente sólo son desalojados del lugar. 
“Son diferentes los puntos de la ciudad en los que desalojamos a estos bebedores porque tenemos que velar por nuestros niños y adolescentes que pasan clases, o las señoritas que deben pasar por estas zonas y en horas de la noche, debemos velar por quienes retornan a sus hogares”, finalizó.

mg