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En barrios y comunidades de Yacuiba, cerca de cien mujeres refuerzan sus capacidades y conocimientos sobre tres especialidades productivas, mediante el programa: Fortalecimiento Para la Consolidación de Grupos Productivos. La responsable de la Unidad de Género, Idelsa Pozo informó que el 15 de diciembre, expondrán los resultados del periodo de capacitación en una feria.

En los talleres las personas aprenden a elaborar muy buenos productos, pero también empiezan a planificar un emprendimiento, que en un buen porcentaje resultaron exitosos como nuevas fuentes de ingresos. El 15 de diciembre las mujeres que participaron en los talleres de repostería, pintura en tela y tejidos estarán exponiendo sus productos en una feria a realizarse en la calle Cochabamba, frente al Comité Cívico, espacio donde el público asistente podrá adquirir productos de alta calidad.

En una visita al taller de capacitación en repostería implementado en el barrio Defensores del Chaco, la responsable señaló que trabajan en el rubro cinco grupos compuestos por diez o venite personas que van aprendiendo las técnicas adecuadas para la elaboración de productos como: masitas, cuñapes, empanadas y otras delicias que son destinadas al mercado local y regional.

Pozo explicó que el programa es una respuesta a la problemática social y económica que existe en las comunidades y barrios del municipio de Yacuiba, porque en los talleres las personas que participan aprenden a elaborar muy buenos productos, pero que también empiezan a planificar un emprendimiento, que en un buen porcentaje resultaron exitosos como nuevas fuentes de ingresos.

“En este segundo semestre estamos capacitando alrededor de cien mujeres de organizaciones sociales y productivas del área urbana y rural de Yacuiba quienes, en 12 grupos, participan en los talleres con el objetivo de convertirse en emprendedoras, como parte del empoderamiento económico que también contribuye a promover la equidad de género y reduce la violencia”, explicó.

Florinda Mamani, beneficiaria, indicó que el taller del segundo nivel de repostería fue consensuado con las beneficiarias; ella optó por los cursos tomando en cuenta que siempre quiso aprender el oficio y ahora que tiene la posibilidad, está profundizando sus conocimientos para diversificar sus productos y mejorar el pequeño negocio con el que sostiene a sus cinco hijos en Barrio Nuevo.

Finalmente, la responsable ratificó que la unidad motiva y orienta también a las mujeres, para que inicien nuevos proyectos productivos a través de ideas y oportunidades, contribuyendo así a la visualización de emprendimientos sostenibles con el fin de generar condiciones y fuentes de empleo para que sean generadoras de ingresos propios destinados al sustento familiar.

mg