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La reina Isabel II del Reino Unido ha prohibido a la esposa de su nieto, el príncipe Enrique, que se ponga ciertas joyas de la colección privada real, según reporta The Sun citando una fuente cercana a la Casa Windsor.

Se trata de piezas de enorme valor que la monarca británica presta a las mujeres de la realeza a su discreción.

La decisión de suspender este privilegio para Meghan Markle, duquesa de Sussex, se debe, según la fuente, a la impresión que dejó en Isabel II la "exigente conducta" demostrada por la mujer el año pasado antes de contraer matrimonio con el príncipe Enrique.

Por ese motivo, el Palacio de Buckingham habría introducido nuevas y estrictas reglas dirigidas a la exactriz, actualmente embarazada, para "mantener el orden correcto y la jerarquía" dentro de la familia real, una decisión que ha entristecido a Enrique, afirma la fuente.

Según esta información, la reina notificó al príncipe Guillermo, el hermano mayor de Enrique, que las piezas de la colección real que lucía su madre, la difunta princesa Diana, no estarían al alcance de Meghan Markle, pero sí seguirían disponibles para su esposa Kate Middleton, la duquesa de Cambridge.

Anteriormente, se informó que el príncipe heredero, Carlos de Gales, disuadió a su nuera Meghan de ponerse una tiara para una cena durante su primera visita oficial al extranjero, realizada a Fiyi en octubre pasado, para que no se viera "demasiado extravagante".

Asimismo, durante los preparativos para la boda de Meghan y Enrique el año pasado, la novia expresó su intención de lucir una tiara con esmeraldas, pero su petición fue rechazada por no poderse establecer el origen de la joya. Entonces, Enrique presuntamente dijo al personal de la casa real que "lo que Meghan quiera, lo recibe", lo que provocó una desavenencia con la reina.