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Tomasa Mercado es una señora que a sus 72 años logró ahorrar $us 6.000 como resultado del trabajo que realizó toda su vida como lavandera con la ilusión de tener un pequeño departamento en anticrético para “descansar tranquila”, pero Janette M. y José R. se lo arrebataron. Los sospechosos están aprehendidos.

Los primeros días de noviembre, doña Tomasa buscaba un pequeño departamento en anticrético y en el camino se topó con Janette y José, que le ofrecieron las habitaciones que requería en la casa de propiedad de la mujer ubicada en la calle Agua Rica, zona Noria Alta.

La propietaria y su pareja le enseñaron los cuartos que estaban habitados por otras personas, con lo que quedó encantada y cerró el acuerdo del anticrético por $us 12.000. Pidió un tiempo para que juntar el dinero y después firmar el contrato.

Aquello ocurrió el 13 de noviembre, cuando la señora de la tercera edad sumó los $us 12.000, prestándose $us 3.000 de su comadre y $us 3.000 de su yerno.

Ese día los tres asistieron ante un abogado de la calle Manuel Molina donde la señora entregó los $us 12.000 a la pareja, firmó el contrato y exigió que el anticrético fuera registrado en Derechos Reales, pero la pareja y el abogado la convencieron de que no lo hiciera porque iba a “gastar mucho”. Para su seguridad, sólo pudo anotar el documento en la Notaría de Fe Pública N° 13, según contó.

Cerrado el trato, pidió trasladar sus cosas, pero le dijeron que esperara unos días porque los actuales ocupantes iban a tardar un tiempo en dejar el departamento.

“Démelo mi plata, cuántas veces he ido a pedirle”, dijo Mercado al recordar que anduvo buscándoles insistentemente porque tenías sus cosas “listas” para trasladarse.

La historia de doña Tomasa es parecida a otras. Las víctimas son personas de la tercera edad, jóvenes matrimonios y estudiantes universitarios que cerraron acuerdos de anticresis por un departamento que nunca llegaron a ocupar.

El antecedente de esta pareja señala que la mujer es la propietaria de la casa, registrada a su nombre; son dueños de la tienda La Gauchita, donde varias veces las víctimas fueron a cobrarles su dinero, y fueron pasantes de una reconocida confraternidad de la ciudad.

Ayer, viernes, esta pareja fue detenida por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen y después pasada al Ministerio Público para que responda por varias denuncias de estafa.

A las 17:00, las víctimas se aglomeraron en la puerta de la Fiscalía Departamental y fue difícil establecer con precisión cuántas eran, más de 30, según comentarios de los propios estafados.

En el registro de Derechos Reales hay 23 gravámenes sobre el inmueble de 168 metros cuadrados de propiedad de Janette; dos por hipoteca y los demás por anticréticos en bolivianos y dólares.

Una sumatoria arrojó que se registraron gravámenes por Bs 1.224.920 y $us 186.500 a nombre de varias personas particulares y una a nombre de un banco.

Sin embargo, ese no fue el único dinero que recibieron por los anticréticos incumplidos sino que hubo contratos que no llegaron a Derechos Reales como el de doña Tomasa.

Medrano y Rojas, para evitar la presión, rentaban pequeños cuartos en otras casas para que los anticresistas vivieran temporalmente hasta que las habitaciones fueran “desocupadas y arregladas”; en otros casos, sólo les daban una habitación en la misma casa hasta que se desocupara el departamento. ///