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Las 50 familias de mineros que se asentaron hace tres semanas en el Parque Nacional Tunari (PNT), en Villa Belén, fueron desalojadas ayer con apoyo del Ministerio Público, pero 10 personas permanecerán en vigilia hasta que las casas que se hallan en la parte baja sean demolidas.

El desalojo comenzó al mediodía con un operativo de la Subalcaldía del Distrito 5, la Fiscalía, la Policía, la Defensoría, la Secretaría de la Madre Tierra, la Intendencia Municipal de Tiquipaya, el INRA y el Sernap.

Tanto los mineros como los asentados en la parte baja tienen limitaciones para asentarse en Villa Belén, porque se hallan por encima de la cota 2.750 msnm, el límite urbanizable del parque.

Después del desalojo de las familias que estaban en carpas, se acordó tramitar en los siguientes 25 días la demolición de 14 viviendas precarias, de una habitación, que se construyeron para la producción apícola.

“Yo no me voy a mover de mi casa, de aquí muerto me van a tener que sacar, a mí me heredaron propiedad”, manifestó Benito Salvatierra, quien señala que cuentan con una minuta y una declaratoria de heredero.

Las personas apostadas en la zona señalan que se dedican a la apicultura, y que tienen derecho propietario desde hace más de 20 años.

Los funcionarios del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) invitaron a estas personas a presentar su documentación, ya que el área en cuestión se encuentra en proceso de saneamiento y con medidas precautorias que prohíben cualquier construcción.

El INRA informó que en Villa Belén se hicieron cuatro intervenciones en siete años, por lo que las personas que viven en la zona fueron notificadas para el desalojo por el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap).///