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En el transcurso de ayer martes 21 de abril, la población de Potosí expresó enérgicamente su repudio mediante un cacerolazo contra el gobierno nacional.

El primer motivo de la inédita protesta que vivió la tarde ayer la ciudad más alta de Bolivia se debió a la falta de cumplimiento del compromiso del gobierno para instalar un laboratorio de diagnóstico del Covid -19, hasta ahora no fue instalado por la negligencia del régimen.

El segundo motivo del cacerolazo fue el rechazo y la indignación popular contra las declaraciones inadmisibles del nuevo Ministro de Salud, Marcelo Navajas, que acusó a todos los potosinos de ser "tuberculosos".

Esta grave generalización contra la población potosina, además de discriminante expresa una actitud de desconocimiento e intolerancia por parte del gobierno nacional que no es otra cosa que la reiteración de maltrato que ha recibido durante el régimen golpista.

Su principal dirigente, candidato a vicepresidente de Fernando Camacho y ex dirigente del comité cívico, Marco Pumari, deberá responder por este maltrato dada su condición de aliado político de Jeanine Añez a quien ayudó a consumar el golpe de Estado del 10 de noviembre del año pasado.

Potosí sufre un intolerable maltrato gubernamental a pesar de las promesas que hiciera Añez a éste departamento.////