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Avanza   “viento en popa” la construcción del puente Sazsama, el tercero que se edifica en  el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), según se observa en el video que difundió -en redes sociales- el exdirigente originario  Fernando Vargas.
 El puente Sazsama mide 150 metros de largo y cuenta con una inversión de 2,7 millones de bolivianos. Tiene un avance  -sostuvo  Fernando Vargas- que está por encima del 50%. Ese líder político  grabó el video, el martes,  luego de ingresar por Beni hasta la zona indígena.
En el audiovisual  se observa que los pilotes del puente fueron fundados y que ya realizaron el colocado de la plataforma.   

El puente Sazsama está en el Polígono 7, cerca de la comunidad indígena Santísima Trinidad, que en su mayoría está habitada  por colonos (cocaleros), dado que  los indígenas de esa zona se vieron obligados a ingresar al interior del TIPNIS ante la escasez de peces en los ríos, según evidenció Página Siete en la  visita que realizó  a la reserva natural en agosto pasado.
“La construcción del puente va en viento en popa, pese al pedido de los indígenas. Lamentablemente,  el territorio indígena está en alto peligro de destrucción y, por ende, su desaparición.  Ya hay un avance del 50%”, indicó Vargas, quien explicó que ingresó a la zona por Beni,  porque le negaron el ingreso a través de la vía Isinuta, municipio de Villa Tunari.
Bonn y aplazar las obras 

En noviembre,  el Tribunal Internacional de los Derechos de la Naturaleza  en  Bonn, Alemania,     solicitó al Gobierno aplazar las obras en el TIPNIS.
 “Se ha decidido pedir al Gobierno de Bolivia el imponer una moratoria en la construcción  de una carretera y puentes propuestos por el TIPNIS y en futuras exploraciones  de gas cerca o en el propio territorio, hasta que el Tribunal haya finalizado con su trabajo”, se lee en el documento que difundió la Corte desde Alemania.
Según el comunicado, el Tribunal observó que la “moratoria” sería apropiada como medida de precaución para evitar posibles violaciones a la Madre Tierra, mientras se busca una solución a la disputa. Se espera que  la Corte emita un fallo en los próximos días.
El Gobierno dijo que no existe un Tribunal Internacional de los Derechos de la Naturaleza “en el que Bolivia hubiese otorgado su consentimiento para que tenga jurisdicción”. 
En agosto,  Página Siete evidenció la construcción de los tres puentes. En ese entonces, las infraestructuras tenían un avance de al menos 20%, pues la maquinaria recién fundaba los pilotes. 
El primer puente de 250 metros de largo se construye sobre el río Isiboro y su costo es de 4,9 millones de dólares. A más de dos kilómetros, se erige el puente Ibuelo, que es de 120 metros de largo y tiene un  costo de 2,3 millones de dólares. 

El tercer puente Sazsama es edificado por Sergut, mientras que los puentes Isiboro e Ibuelo son construidos por la empresa Amvi. “Con el avance de las obras están matando el territorio indígena, dañando el habitad de los indígenas”, manifestó Vargas, quien en 2011 lideró la marcha en contra de la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos que atraviesa el corazón del TIPNIS.

Resistencia  indígena

• Denuncia  Los indígenas agotaron todas las instancias en Bolivia y, en noviembre, con los pocos recursos que tenían, viajaron hasta Alemania y presentaron una denuncia contra el Estado ante el Tribunal Internacional de los Derechos de la Naturaleza  en  Bonn (Alemania), el mismo que luego de una evaluación solicitó al Gobierno boliviano aplazar las obras en el TIPNIS.
• Rechazo  El Gobierno rechazó las sentencias de ese Tribunal Internacional  con el argumento de que Bolivia no otorgó su consentimiento para que tenga jurisdicción, por tanto, sus fallos no tienen efecto.

mg