Video

El ex número dos de la FIFA, el francés Jerome Valcke, y el presidente del PSG, e qatarí Nasser Al-Khelaifi, fueron acusados de corrupción en el proceso para atribuir los derechos de difusión en algunos países de los mundiales de fútbol de 2018, 2022, 2026 y 2030.

El mundo del fútbol parecer ser una fuente inacabable de escándalos por corrupción. Una vez más la FIFA está en la mira de las autoridades judiciales suizas, en este caso por la atribución de los derechos de difusión de las copas del mundo en algunos países.

La investigación es por "sospechas de corrupción privada, estafa, gestión desleal y falsificación de documentos", según comunicó el ministerio público de la Confederación Suiza (MPC).

Uno de los procesados es el francés Jerome Valcke, ex número dos de la FIFA y brazo derecho del expresidente de la organización internacional, Sepp Blatter, que cayó en medio de otros escándalos por corrupción.

Valcke había viajado a Suiza desde Barcelona, donde vive, para apelar el fallo del tribunal interno de la FIFA que lo había suspendido por 10 años por otros casos de corrupción, entre ellos su implicación en la reventa de entradas del Mundial-2014.

En este caso Valcke está acusado de haber "aceptado prebendas ilícitas ligadas a la concesión de derechos de medios de comunicación en algunos países por parte de un empresario en los Mundiales de 2018, 2022, 2026 y 2030, y también por parte de Nasser Al-Khelaifi en los Mundiales de 2026 y 2030", según anunció el organismo suizo.

La justicia suiza lo detuvo al salir de un hotel y luego de ser escuchado por las autoridades fue liberado. Valcke negó las acusaciones en su contra.

Así también lo hizo el grupo beIN Media, presidido por el qatarí Nasser Al-Khelaifi, quien también está a la cabeza del equipo de fútbol parisino, el PSG.

El grupo “rechaza todas las acusaciones” y además dejo en claro que “colaborará plenamente con las autoridades y espera con interés la continuación de la investigación", según un comunicado de beIN Media a la AFP.

Este escándalo se enmarca en el vasto proceso de investigación a nivel mundial por el mayor escándalo de corrupción destapado en la historia de la FIFA.

En marzo de 2015, la justicia suiza abrió una investigación sobre las condiciones de atribución de los Mundiales 2018 y 2022, en Rusia y Catar, sobre las que pesan fuertes sospechas de corrupción, que derivó en la detención de siete altos responsables de la FIFA en un hotel de Zúrich la víspera del congreso de la instancia.