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Con una expresión de gratitud y con lágrimas en los ojos, Emiliana Loayza, que desde hace más de cinco años es padre y madre para sus hijos, recibió colaboración por parte del personal de la Estación Policial Integral (EPI)del norte.

Esta familia vive en Villa Candelaria, en “extrema pobreza”, y fue identificada por personal de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv).

“Me siento muy contenta, agradezco la solidaridad de la Policía. Yo debo mantener a mis hijos con trabajos eventuales, actualmente trabajo como control”, dijo Emiliana.

Mesas, cocina, garrafa, ropero, ropa y juguetes son algunas de las cosas que Emiliana se llevó a su casa, para brindar una mejor calidad de vida a sus pequeños hijos, que deben quedarse solos mientras ella sale a trabajar.

“Mi esposo me ha dejado hace cinco años. Es difícil para mí mantener sola a mis hijos”, expresó conmovida Emiliana.

El director de la EPI norte, Eduardo Antezana, dijo que esta actividad nació de la solidaridad del personal de las diferentes unidades que componen la EPI del norte.

“Queremos que este trabajo se repita todos los años, identificar a las personas más necesitadas de la zona para brindarles ayuda”, dijo.

Una sonrisa en el rostro de los tres niños acompañó el acto de entrega, que esperaban con ansias poder divertirse con los juguetes que les obsequiaron.

La Felcc, Felcv, Bomberos, y las demás unidades policiales recolectaron víveres y realizaron diferentes actividades para recolectar recursos económicos.

“Es mejor dar que recibir, es el deber de la Policía estar a lado de las personas que más nos necesitan”, resaltó el jefe policial.

El Grupo de Apoyo Civil a la Policía (Gacip), a lo largo del año, realiza diferentes tipos de actividades y operativos para ayudar a los sectores más vulnerables de la sociedad, con el fin de brindarles una mejor calidad de vida.

Eduardo Antezana dijo que este tipo de trabajo debe replicarse en las diferentes unidades policiales, para poder llegar a más sectores necesitados.

Agasajo

Los hijos de los Policías que trabajan en la EPI del Norte ayer fueron agasajados. Chocolates, juguetes y la picardía de los payasos amenizaron la mañana.

“Es nuestro deber enseñar a nuestros hijos a ser solidarios y responsables con las personas que lo necesitan, pero también queremos agasajarlos”, expresó una de las policías que asistió al festejo acompañada de sus tres hijos.

mg