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Al menos 178 indígenas huyeron de sus comunidades en el noroeste de Colombia por amenazas del Ejército de Liberación Nacional (ELN), la última guerrilla reconocida en el país, informaron autoridades este jueves. 

En el departamento de Antioquia, "48 familias indígenas, 178 personas del resguardo" del río Chageradó, "se desplazaron desde Turriquitadó Alto hacia Turriquitadó Llano, a causa de presiones de grupos armados ilegales", indicó en Twitter la Defensoría del Pueblo (Ombudsman).

La autoridad indígena de la región precisó en un comunicado que decenas de originarios del pueblo Embera Eyábida huyeron "por amenazas expresas del ELN", que "se encuentra en disputa por controlar los territorios ocupados históricamente por las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)", que firmaron la paz en 2016. 

Según la misma fuente, otros 500 indígenas en esa zona del país "estarían también en riesgo de desplazamiento (...) por la misma razón".

El ELN es la última guerrilla activa en el país, tras la desmovilización de unos 13.000 miembros de las antiguas FARC.

Los rebeldes sostienen un pulso a muerte con bandas narco para dominar las rutas y el negocio de la coca.

Las comunidades indígenas son víctimas recurrentes de grupos armados en zonas apartadas del país, donde el Estado no logró recuperar el control de los territorios dejados por las FARC.

En febrero, unos 5.000 indígenas quedaron atrapados en el departamento del Chocó (suroeste), por combates entre el ELN y el Clan del Golfo, la mayor banda narco del país de origen paramilitar. 

Flagelada por un conflicto armado de más de medio siglo, Colombia creía haber pasado la página de la violencia con el desarme de la que fuera la guerrilla más poderosa del continente. 

Pero un nuevo ciclo de masacres, asesinatos selectivos y explosión del narcotráfico golpea al país.

Guerrillas, paramilitares, agentes estatales y narcos se han enfrentado durante décadas en Colombia, dejando más de nueve millones de víctimas, en su mayoría desplazados.