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Si se aprueban al menos cinco nuevos proyectos por el Gobierno podrían prevenir la escasez de agua en Sucre en 2018, sobre todo del caudal de Cajamarca y que beneficia a las zonas altas que se vieron como los más afectados por dos años consecutivos.

El gerente Técnico de la Empresa Local de Agua Potable y Alcantarillado Sucre (ELAPAS), Enzo Pórcel, informó que ayer sostuvo una reunión con la viceministra de Agua Potable y Saneamiento Básico, Julia Collado, con quien se llegó a “buenos acuerdos” para dar solución a la carencia de agua que azotó a Sucre por dos gestiones consecutivas. Le planteó la ejecución de por lo menos cinco proyectos para dotar de agua a las zonas altas de Sucre desde el caudal de Cajamarca, ya que la Gerencia Técnica mueve más del 80% del trabajo de ELAPAS, aseveró.

“La Gerencia Técnica ha planteado a la Viceministra cinco proyectos que son claves y hemos quedado que hasta el 31 de enero se van a presentar los perfiles para que el Ministerio (de Medioambiente y Agua) contrate a una empresa especializada en hacer los estudios necesarios y vamos a buscar financiamiento para que a corto plazo tengamos la ejecución y no tengamos problemas en Cajamarca el siguiente año”, adelantó.

Si bien el Sucre III y IV tienen el mismo fin, dijo, los proyectos planteados a continuación son propuestas a corto plazo. Uno de ellos consiste en realizar un cárcamo de bombeo, un tanque subterráneo, en la planta de tratamiento de El Rollo de donde saldrán dos líneas de impulsión hacia dos tanques elevados para la distribución a las zonas altas, principalmente a las circundantes a la Piscina Olímpica.

Otro proyecto pasa por triplicar la capacidad de almacenamiento en Guerra Loma con un tanque de más de 5.000 metros cúbicos. Actualmente cuentan con uno de 1.600 metros cúbicos.

Pórcel señaló que el tercer proyecto se remite a Ñampuco, un lugar donde hay cierto rebalse de agua de Ravelo; la idea es lanzar una línea de impulsión de unos tres kilómetros por bombeo por etapas que permitirá trasvasar el agua a Cajamarca.

También se perforarán unos seis pozos de agua, aunque pueden ser más, la acción estará a cargo de la Gobernación, y la Municipalidad, tras la declaratoria de emergencia, las equipará con lo necesario, mientras ELAPAS se encargará de la distribución.

Y por último se busca embalsar agua de Punilla; una vez almacenada se trasladará por gravedad hacia el caudal de Cajamarca, aunque ello todavía debe ser consensuado con los pobladores del lugar.

“Que salgan dos de los cinco proyectos ya estamos mucho más tranquilos con Cajamarca. Si contamos con eso en 2018 y con Fisculco con certeza que Sucre no va a tener problemas de agua”, remarcó al señalar, por otro lado, que el crecimiento vegetativo en Sucre es elevado. Se necesitan por lo menos 20 millones de bolivianos para concretar las propuestas.

En cuanto a Fisculco, ratificó que las obras empezarán el 15 de enero y podría estar listo hasta septiembre, bajo la fiscalización de ELAPAS.

El presidente Evo Morales arribará a Sucre este viernes 29 de diciembre para firmar el convenio, en un acto protocolar.

Sólo el personal autorizado puede actuar en redes 

Tras constantes reclamos de la población por el corte del elemento en algunas zonas, la autoridad explicó que muchas veces la emergencia se produce porque algunos vecinos interfieren en las redes de agua, afectando a otros hogares, por lo que pidió contactarse con el personal de la empresa en esos casos.

Recalcó que otros de los problemas recurrentes es la rotura de cañerías por obras públicas y que las empresas que las causan no siempre se responsabilizan avisando a ELAPAS y esperan que los habitantes de la zona sean los que den cuenta de lo ocurrido.

mg