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La justicia chilena dictó este martes prisión preventiva para tres agentes del cuerpo policial de Carabineros acusados de propinar una paliza a un hombre durante las protestas sociales de octubre de 2019, causándole lesiones graves que le dejaron postrado en una cama en estado vegetativo.

El Juzgado de Garantía imputó a los acusados por “tortura con resultado de lesiones graves gravísimas” en contra de la víctima, Mario Acula, de 44 años, y abrió un plazo de 100 días para investigar los hechos, período durante el que los agentes guardarán prisión domiciliaria.

Acuña, de 44 años, recibió una brutal paliza el 23 de octubre de 2019 cuando asistía a una manifestación en Buin, a las afueras de Santiago de Chile.

Por aquellos días acababa de estallar en Chile la mayor ola de protestas desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), que dejó una treintena de ciudadanos  fallecidos y miles de heridos.

La víctima sufrió graves traumatismos encéfalo-craneales y tras permanecer en coma algo de un mes quedó postrado en cama. Hoy apenas es capaz de seguir la mirada con los ojos y hacer un poco de fuerza con las manos.

“Volvemos a tener fe en la justicia del país, vamos a seguir con toda la fuerza con Mario luchando para salir adelante y que se haga justicia”, dijo una persona de la familia de la víctima a través de un video compartido por redes sociales.

“Queremos agradecer de todo corazón a la opinión pública que nos ha apoyado, que nos ha empujado, a los profesionales que apoyan a Mario y a los abogados que han llevado adelante esta causa”, agregó ante los medios la misma persona.

El cuerpo de Carabineros ha sido muy cuestionado por su forma de reprimir las protestas sociales y ha recibido multitud de denuncias de organizaciones internacionales y entes locales por ejercer represión y violar los derechos humanos.