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El exconsul boliviano en Buenos Aires, Argentina, Ademar Valda, fue perseguido político durante el régimen de Jeanine Áñez en 2019. A casi dos años de los hechos, contó su testimonio y relató cómo su familia tuvo que enfrentar la época de amenazas.

Entrevistado en el programa Somos Democracia, de la red de medios estatales, contó lo que vivió a partir de noviembre de 2019, cuando cumplía sus labores diplomáticas en el exterior y luego de la ruptura institucional que viabilizó el régimen.

Recordó que integrantes de la Resistencia Juvenil Cochala intentaron atentar a su hogar durante los días de los conflictos poselectorales. Indicó que en Argentina se enteró, mediante una amiga que vivía en Cochabamba, de un plan de grupos irregulares de motoqueros para intervenir la casa donde vivía su familia, entre ellos sus padres de la tercera edad.

Ante la alerta, sus vecinos salieron a vigilar las inmediaciones y eso provocó que el operativo irregular no se ejecutara.

“En la política debe haber límites. Si no hubiese tenido familia, tal vez, hubiesen hecho lo que querían, afectar a tus seres queridos es muy duro. Pensar que tu padre puede morir, tus hijos o tu esposa, es muy duro”, remarcó.

Contó que, en diciembre de 2019, cuando volvió al país para cuidar de su familia, fue perseguido. Recuerda que el 10 de ese mes fue detenido en el aeropuerto Jorge Wilstermann cuando intentaba abordar un vuelo con destino a la ciudad de Buenos Aires acusado falsamente de usar una credencial diplomática, cuando sólo usaba su carnet.

“Hoy, gracias a Dios, estoy vivo; puedo contar mi historia; pero, hay otros hermanos que no, que lo perdieron todo; por eso, debe haber justicia por todos los que sufrimos”, aseguró.   

“Exijo justicia. El Estado debe hacer justicia. Esto no se debe repetir. Estamos en pleno siglo XXI. No puede haber nuevamente dictaduras, no puede haber golpe de Estado que vaya en contra de la dignidad de las personas y es algo, creo, que no puede confundirse con venganza”, aseveró.