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Los espectadores del principal recinto de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín deberán estar vacunados y presentar resultados negativos en un test de COVID-19 para entrar, según indican medios estatales.

La cita deportiva, en la que los atletas y delegaciones se moverán en una estricta burbuja sanitaria con test diarios, solo podrá contar con espectadores locales y con un aforo limitado en el Estadio Nacional Indoor de Pekín.

Solo 6 mil de sus 18 mil asientos de capacidad estarán disponibles. Pero este aforo podría reducirse más dependiendo de "la situación epidémica en Pekín y el resto del país", indicó un responsable del recinto, Lei Ming, al diario estatal Global Times.

Los asistentes deberán estar vacunados y haber dado previamente negativo en una prueba de COVID-19 antes de entrar, añade el rotativo.

La burbuja de seguridad de los Juegos implicará también al personal de servicio del recinto, que entrará en este circuito "días antes" de la cita y no podrá salir hasta el fin de los Paralímpicos de Invierno en marzo, señaló el periódico citando a Lei Ming.

En ese tiempo no se permitirá ningún contacto entre las personas de dentro y de fuera de la burbuja.

No bajan la guardia

China ha mantenido una férrea estrategia para controlar el virus desde la detección de los primeros casos a finales de 2019 en Wuhan.

A algo más de 60 días para el evento, que convertirá a Pekín en la primera ciudad en acoger Juegos de invierno y verano, las autoridades no pretenden relajar estas precauciones, todavía menos tras la aparición de la variante ómicron.

Los Juegos Olímpicos de Invierno tendrán lugar del 4 al 20 de febrero, y los Paralímpicos del 4 al 13 de marzo.