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Los vecinos de la plazuela Calleja quieren preservar su área verde y exigen que se cierre este sector durante los tres días de Carnaval, tal como sucedió en 2020.

Por esta razón, tras que se confirmó la autorización del Carnaval en la capital cruceña, los vecinos se movilizaron y reunieron 200 firmas para solicitar a la Alcaldía que cierre este lugar durante los días de mojazón, porque no quieren que se deteriore ese espacio que tanto les costó remodelar y mantener.

El presidente de la Asociación de Ciudadanos de la Plazuela Calleja, Herlan Montenegro, manifestó que se movieron de inmediato para que las autoridades tomen en cuenta su pedido

“A solicitud de los vecinos hemos presentado una carta para que resguarden y protejan la plazuela como se hizo en 2020, debido a que es una plaza recién remodelada, que cuenta con obras de arte como la Santa Cruz y la escultura que representa el Centro Poético de Sudamérica”, manifestó Montenegro.
En octubre de 2019 se inauguró la remodelación de la plaza, que fue denominada mediante ordenanza municipal como el Centro Poético de Sudamérica.

La vieja cruz fue reemplazada por una réplica que mide 4,5 metros, que está hecha de cuchi.

Se cambió el piso, los basureros, se puso bancos de granito, cuenta con un sistema de riego automatizado, con una tarima para eventos culturales, tiene iluminación en la jardinería. 

“No son los comparseros quienes dañan o pintarrajean, son los vándalos que también llegan al centro los tres días de Carnaval”, aclaró Montenegro.

La carta fue enviada el martes a la Secretaría de Seguridad Ciudadana y los vecinos esperan que les respondan lo antes posible.

Marta Romero, vecina de la Calleja, expresó su añoranza al Carnaval de antaño porque asegura que se respetaba la calle y a las personas, porque también todos se conocían. Ahora le preocupa que durante los días de Carnaval muchas parejas y grupos se olviden de la bioseguridad y con el consumo de alcohol también se generen otros problemas. 

Otros ven una oportunidad
Para algunos dueños de locales asentados alrededor de esta plazuela, la fiesta grande es una oportunidad, por eso se están preparando para vender sus productos. 

Hace un par de semanas Renato Justiniano abrió una tienda enfrente de la plazuela. Hace poco llegó al país con su familia, pues estuvo viviendo en el exterior durante 20 años.
Asegura que conoce bien la fiesta grande de los cruceños y por eso ve que será una oportunidad para vender empanadas, asaditos, panchitos y salteñas. También abrirá el garaje de su hogar para que sirva como estacionamiento de los comparseros.

El Deber