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La dirigencia de los panificadores de Santa Cruz y La Paz denunció incrementos de entre Bs 40 y 45 en el quintal de harina y que comerciantes e intermediarios empezaron a ocultar el producto en espera de mayores aumentos en los precios del insumo. Emapa sostiene que el abastecimiento para el sector está asegurado.

La situación es causada por el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia, dos de los principales productores de trigo en el mundo, que redujeron su oferta tras iniciarse los enfrentamientos.

Los comerciantes “del mercado y las molineras nos estaban entregando el quintal a Bs 165 hasta el sábado y domingo pasados. Pero el lunes amanecimos con Bs 220 el quintal y ni aun así nos quieren vender”, dijo Carmen Terán, dirigente de los panificadores cruceños.

“Ya no hay mucha harina en los mercados, ya la han ocultado. Lo que hay se vende a Bs 210 o 215 el quintal, cuando el precio antes estaba en Bs 165 y 170”, informó Dandy Mallea, secretario ejecutivo de la Federación de Panificadores Artesanos de La Paz, quien recibió reportes de que en Cochabamba no se encuentra el insumo ni en Bs 240.

“No nos quieren vender más que una o dos bolsas por persona, cuando una panadería intermedia necesita cinco bolsas por día. Las autoridades no están haciendo nada para frenar esta especulación y ocultamiento que está habiendo de este producto”, sostuvo Terán, quien aseguró que la situación empeorará en invierno, cuando aumenta el consumo de pan.

En contacto con medios de comunicación, el gerente general de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa), Franklin Flores, garantizó ayer que la estatal cuenta con 130.000 toneladas de trigo acopiados en silos con los que se asegura el abastecimiento de harina en el mercado interno y la estabilidad del precio del pan.

Ese volumen equivale a “1,6 millones de quintales de harina que se van a distribuir al sector panificador”, afirmó.

“No tienen ese stock que dicen. Si lo tuvieran, ¿por qué están retrasados en la entrega de harina?”, cuestionó Mallea.

“El Gobierno alegremente dice que hay (harina), habrá para el occidente, pero el oriente no recibe harina subvencionada”, sostuvo Terán, dirigente de un sector que calcula que el insumo actualmente disponible les alcanzará para una semana de producción.

Según Mallea, así como los comerciantes paceños, los vendedores argentinos de harina están dejando de vender el producto a Bolivia en espera de que los precios suban aún más.

Las reservas de Emapa alcanzan para “apenas el 45% del sector panificador” nacional, así que el producto “no llega ni llegará” a los productores de pan, indicó.

 Además, agregó: “nos hemos enterado, extraoficialmente, que incluso están pidiendo auxilio a los empresarios molineros bolivianos, para que les faciliten harina con la que puedan cubrir la demanda del sector panificador”.

El Deber