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El miércoles se encontraron restos de un cuerpo sin vida en las en las orillas de un río en la comunidad Selva de Yungas. Tras los exámenes médico forenses, las autoridades confirmaron que los restos pertenecen a Jamin Quispe, el niño que fue visto por última vez el pasado 28 de febrero en inmediaciones de la comunidad ‘El Chairo Villa Esmeralda’, en el ingreso a la región de los Yungas.

Los restos fueron encontrados por tres pobladores de la región, quienes observaron que aves de rapiña surcaban el aire sobre una parte del río. Al llegar al lugar, encontraron su cuerpo atrapado en las rocas, prácticamente descompuesto y sin prendas de vestir.

Los familiares de Jamin reconocieron el cadáver del pequeño. La dentadura y el cráneo dieron indicios para comprobar que se trataba del menor. Horas más tarde, el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) confirmó que el cuerpo era del menor.

En una entrevista con Unitel, la fiscal Duvraska Jordán,​ indicó que la data de muerte del menor corresponde al mismo día de su desaparición, el 28 de febrero, y las características de su estado estarían bajo las circunstancias de una caída al río.

“Se ha confirmado por el médico tanatólogo como causa de muerte asfixia mecánica por sumersión, en ese entendido se ha dispuesto la entrega del cuerpo a efectos de que la familia pueda disponer para el entierro correspondiente”, agregó.

La madrugada de este jueves, la familia de Jamin recogió el cuerpo de la morgue, el cual será velado por sus familiares y amigos para posteriormente darle el último adiós el próximo viernes.

Jamin Jarib Quispe Balderrama, de 11 años de edad, se encontraba desaparecido desde el 28 de febrero en la comunidad el Chairo de Villa Esmeralda, en Yungas, cuando realizaba una excursión con algunos de sus familiares y miembros de una iglesia cristiana por el Camino del Inca.

El Deber