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Las lluvias e inundaciones obligaron a 69 familias de las comunidades Sirionó y Nguiraya de Beni a migrar a La Paz en busca de ayuda humanitaria, luego de que perdieran sus viviendas y cultivos por el paso de un turbión que arrasó sus propiedades.

El pastor Ezequiel Vichaé, perteneciente a la comunidad Sirionó, las familias damnificadas, entre mujeres, hombres y niños, llegaron hace ocho días a la sede de Gobierno en busca de ayuda de las autoridades, empero, la mayoría que son de escasos recursos tuvieron que deambular y dormir en las calles junto a sus pequeños hijos.

“Hemos sido desalojados de nuestras casas por las inclemencias del tiempo, toda nuestra comunidad ha sido afectada por las aguas, la crecida de los ríos, las fuertes lluvias que se han entrado a nuestras casas e incluso nuestros patos, pollos y chancos se han ahogado”, contó.

Vichaé indicó que las lluvias que azotaron a sus comunidades comenzaron el 12 de diciembre, pero las tres últimas del mes fueron “fatales” porque terminaron inundando las comunidades donde habitan al menos 75 familias.

“Los últimos tres días de diciembre han sido fatales porque ha no dejado de llover y crecieron los ríos y eso nos afectó. Era imposible seguir viviendo allí porque todo está bajo el agua y por eso decidimos venir a La Paz, somos 75 familias, aquí (La Paz) estamos 69, hay seis que están en Cochabamba y Santa Cruz, pero van a llegar porque queremos estar todos juntos”, afirmó.

Dijo que las familias damnificadas que ahora están alojadas en el coliseo de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) desde hace un día, por gestiones del Grupo de Apoyo Civil a la Policía (GACIP), días antes tuvieron que pernoctar en las calles sin alimentos, una mitad durmió por dos noches en las instalaciones de la  Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB).

“Estamos ocho días en La Paz, anoche nos hemos reunidos todos porque estábamos dispersados por todo lado, unos en la Saavedra y otros ambulando porque no teníamos dónde ir, luego nos contactamos con el GACIP y ellos nos consiguieron el coliseo”, contó.

Ayuda

El pastor pidió la solidaridad de la población. Lo más urgente que se requiere son colchones, frazadas, ropa, zapatos, víveres, agua, garrafa, cocina, medicamentos y asistencia médica.

“Hasta el momento no hemos almorzado, no tenemos garrafa, ni cocina para poder preparar algún alimento. Necesitamos ollas, platos, utensilios, carnes, si nos pueden donar las personas solidarias”, solicitó.

Afirmó que las familias permanecerán hasta encontrar ayuda de las autoridades de Gobierno o alguna institución para retornar a su región. Anunció que el martes tratarán de reunirse con alguna entidad del Estado.

mg