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La Alcaldía de Vinto procedió ayer a la demolición de seis de ocho viviendas precarias que fueron construidas de forma ilegal, hace cinco años sobre más de 100 metros de las playas del río Charingo.

Cerca de las 9:30 de la mañana, un tractor inició con la primera casa, de unos cuatro metros cuadrados con pared de ladrillo y techo de calamina, que cayó con el primer golpe de la pala.

Después de derrumbar la segunda casa, se escucharon los gritos de un niño de tres años (Evert) que con un buñuelo en su mano, miraba aterrorizado lo que pasaba, advertido de lo que le iba ocurrir con su casa.

Como esta familia, otras son engañadas por loteadores que venden predios en cursos de cuencas, playas de ríos y franjas de seguridad de otros cuerpos de agua.

El playón del río Charingo fue declarado bien municipal de dominio público por la ley departamental 59/2016, por lo que no están permitidos los asentamientos humanos.

La Ley 348 de Gobiernos Autónomos Municipales determina que los ríos, quebradas, torrenteras, torrentes, riachuelos, lechos y taludes hasta su coronamiento son bienes municipales, por lo que corresponde a los municipios evitar construcciones en esos predios a cada lado de su eje.

Evert y su hermano gemelo (Juan) se encontraban en su casa ayer junto a su madre, Eufronia Choque, haciendo buñuelos, la labor se interrumpió cuando escucharon el ruido y salieron para ver qué pasaba.

Todavía con las manchas de masa en sus dedos, la mujer de 32 años respondió a los periodistas que había comprado un terreno de 1.000 metros cuadrados de Ciriaco Chacón Galarza por un monto de 6.000 dólares.

El relato de la mujer se cortaba, cuando intentaba tranquilizar a sus dos hijos que lloraban muy afectados al ver lo que ocurría en el lugar. El llanto de Evert y Juan se hizo más intenso cuando su madre rompió en llanto.

“Qué voy a hacer, a dónde voy a ir. Mis cosas están adentro, nadie me ha dicho nada, estoy embarazada de tres meses y este mi hijito (Evert) es operado”, dijo la mujer, con lágrimas en  los ojos.

Cuando la maquinaria, los periodistas y la gente se acercaron más a su vivienda, dos perros mestizos salieron furiosos dispuestos a defender a sus dueños, como intuyendo que algo malo iba a pasar.

Eufronia aseguró no haber sido notificada, por lo que no logró sacar sus enceres personales de la única y pequeña habitación donde vive y se usa como dormitorio, cocina y comedor.

Ante la situación, la alcaldesa de Vinto, Patricia Arce, indicó que le darían más plazo para el desalojo y se le entregó una notificación. A ésta se suma otra vivienda que no fue derribada porque no estaba totalmente desalojada.

El resto de las viviendas (seis en total) quedaron totalmente destruidas. Fueron desalojadas previamente después de ser notificadas.

mg