La niña de 11 años que fue violada y embarazada por su padrastro recibe terapia psicológica no solo por los traumas que enfrenta por el abuso sexual y su avanzada gestación, sino también porque ella lidia con sentimientos de culpa y de confusión sobre el tipo de “amor” que recibía de su padrastro.
El acusado de violencia sexual y la madre de la niña fueron imputados ayer por los delitos de violación agravada y encubrimiento. La madre obtuvo medidas sustitutivas a la detención y el padrastro de 30 años fue enviado a El Abra.
El director de la Defensoría de la Niñez y la Adolescencia, Johnny Bustamante, dijo que la niña rechazó vivir con el padre biológico. “Creemos que ella está confundida por la situación. Su padre biológico denunció el delito y ella tiene sentimientos de culpa y creía que lo que su agresor le hacía era normal”. La directora de Desarrollo Humano de la Alcaldía, Andrea García, explicó que la menor recién se enteró que está embarazada y está atemorizada, por lo que recibe atención psicológica. De acuerdo a la denuncia, un vecino de Villa Jerusalén le había advertido a la madre que la niña parecía estar embarazada, pero ella no acudió a la Policía, sino a un centro de apoyo. “Ya tiene cinco meses de gestación, requiere ayuda y la familia debe decidir qué pasará con la criatura que viene en camino”, dijo García.
