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El vicepresidente del Tribunal Supremo Electoral   (TSE), José Luis Exeni, explica que el mayor desafío que se tuvo en ese organismo fue el referendo del 21 de febrero de  2016. “Ha sido un proceso muy intenso”, afirma.   

Al respecto, sostiene que los referendos son de cumplimiento obligatorio, y que el tema del 21F  aún no se trató  en Sala Plena, pero que se lo evaluará cuando haya un proceso electoral.

¿Cuál es su objetivo dentro del Órgano Electoral?

El Órgano Electoral Plurinacional (OEP) tiene cuatro grandes mandatos: administrar procesos electorales, gestionar el registro civil, toda la parte de justicia electoral e impulsar una cultura democrática intercultural,  que es lo que me parece  lo más sustantivo. 

Mi mayor motivación y esfuerzo en el  OEP tiene que ver con este cuarto,  que es el de largo plazo, más allá de hacer elecciones técnicamente impecables,  garantizar el derecho a la identidad legal, administrar justicia electoral, creo que lo fundamental en una democracia o en las democracias en plural, como las que tenemos en Bolivia,  es que haya una cultura democrática, y que esa cultura democrática sea intercultural;  que las democracias no sólo sean reconocidas en la Constitución, sino que sean democracias en ejercicio; que ese ejercicio sea complementario y con igual jerarquía entre las diferentes formas de democracia, que haya mucha participación ciudadana de todos los niveles en todos los sectores,  que se impulsen programas de educación cívica para vivir en democracia, eso es algo que he hecho hace mucho tiempo,  y que se generen espacios de reflexión y de liberación de diálogo plural en el país.

¿Cómo ve la situación del país y el surgimiento  de movimientos ciudadanos?

Me parece que es importante destacar que la democracia boliviana es una democracia de alta intensidad, como dice  Boaventura de Sousa Santos, y yo le añado que “es una democracia de alta densidad porque a diferencia de otras democracias tiene cualidades importantes”. 

No es sólo una democracia representativa, porque siempre hemos creído que la democracia es sinónimo de democracia liberal representativa, y en Bolivia estamos asumiendo que no hay un modelo único y hegemónico de democracia, sino hay varias concepciones. 

En Bolivia, la democracia y la política en general no es sólo la política institucional, sino también es la política en las calles, y esto se ve en otros lugares como una anormalidad, en Bolivia es una fortaleza.

Entonces, no podemos entender la democracia y la política sin lo institucional y lo que está en las calles, que a veces es extra institucional y a veces anti institucional.  

Es una política que no sólo se asienta en la representación, sino que tiene muchos mecanismos de participación. 

La ciudadanía ha exigido primero no sólo votar sino elegir, después no sólo votar y elegir, sino decidir, deliberar, después auto gobernarse. Y como parte de este proceso y de sus mecanismos, y del ejercicio de participación que tenemos en el país, tenemos una serie de movimientos sociales, movimientos indígenas, movimientos de plataformas ciudadanas que están alimentando la democracia y están planteando derechos, demandas desde la movilización.

A los comentarios sobre que el Tribunal Supremo Electoral está controlado por Ejecutivo, ¿qué responde?

Con nuestras decisiones y actos. Si ustedes revisan todas nuestras decisiones y actos desde que hemos asumido, desde  2015, todas sin excepción están apegadas a la Constitución Política y a las leyes. 

Hemos preservado celosamente nuestros principios de imparcialidad, autonomía e independencia.

No es sólo una democracia representativa, porque siempre hemos creído que la democracia es sinónimo de democracia liberal representativa, y en Bolivia estamos asumiendo que no hay un modelo único y hegemónico de democracia, sino hay varias concepciones. 

En Bolivia, la democracia y la política en general no es sólo la política institucional, sino también es la política en las calles, y esto se ve en otros lugares como una anormalidad, en Bolivia es una fortaleza.

 Entonces, no podemos entender la democracia y la política sin lo institucional y lo que está en las calles, que a veces es extra institucional y a veces anti institucional.  

Es una política que no sólo se asienta en la representación, sino que tiene muchos mecanismos de participación. 

La ciudadanía ha exigido primero no sólo votar sino elegir, después no sólo votar y elegir, sino decidir, deliberar, después auto gobernarse. Y como parte de este proceso y de sus mecanismos, y del ejercicio de participación que tenemos en el país, tenemos una serie de movimientos sociales, movimientos indígenas, movimientos de plataformas ciudadanas que están alimentando la democracia y están planteando derechos, demandas desde la movilización.

A los comentarios sobre que el Tribunal Supremo Electoral está controlado por Ejecutivo, ¿qué responde?

Con nuestras decisiones y actos. Si ustedes revisan todas nuestras decisiones y actos desde que hemos asumido, desde  2015, todas sin excepción están apegadas a la Constitución Política y a las leyes. 

Hemos preservado celosamente nuestros principios de imparcialidad, autonomía e independencia.///