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Un carnaval sin rey o reina no sería carnaval. Es por esto que el Rey Momo, personaje que da inicio al Carnaval de Río de Janeiro, recibió simbólicamente las llaves de la ciudad por parte del alcalde, Marcelo Crivella.

La ciudad brasileña está lista para recibir a más de seis millones de asistentes, de los cuales un millón son turistas que disfrutarán de eventos pagos y muchos gratuitos en las calles de Río.

Luego de la inauguración por parte del Rey Momo, los “blocos” o comparsas empezaron a invadir las calles para comenzar los populares desfiles de carrozas y disfraces. Alrededor de 437 blocos desfilarán por toda la ciudad hasta el próximo martes.

Uno de los blocos más conocidos es el de las Carmelitas. Este 9 de febrero participaron en un desfile por las calles del barrio Santa Teresa, el cual hizo bailar a cientos de personas que ya empezaron a festejar incluso antes del inicio oficial del Carnaval.

El carnival de Rio, una celebración llena de samba

El Carnaval tiene origen en el siglo XV, época en la que se celebraban fiestas paganas en honor a los dioses. Ahora, convertida en una de los eventos más grandes de Brasil y del mundo, la gran fiestaen Río se convierte en el lugar para festejar en torno a una de las cosas que más llama la atención: la samba.

Durante todo el año, las escuelas de samba de Brasil se preparan para el famoso Sambódromo. Allí presentarán lo mejor de aquel género musical proveniente de África. Esta actividad nació en 1984 para acoger al creciente número de escuelas que compiten durante el evento.

Las instituciones participantes deben escoger un tema que les representará. Los temas pueden variar entre la tradición o la memoria histórica, todo con un toque artístico y cultural. A partir de esto, el espectáculo empieza: carrozas, disfraces elaborados con mucho cuidado y los mejores músicos y bailarines salen a escena.

Al final del desfile, cada escuela debe lograr un máximo de puntos por parte de los jueces para ver quién se lleva el título de Campeón de Campeones.

Polémica por el uso de disfraces de indígenas

La artista indígena Katú Mirim promovió esta semana una campaña llamada “indio no es disfraz” para que la gente no use disfraces durante el Carnaval que sean alusivos a los indígenas brasileños.

Durante las fiestas, es muy común que la gente salga disfrazada para disfrutar las comparsas. Pero, las opiniones están ahora divididas y hay quienes dicen que disfrazarse de nativo es un irrespeto, mientras que otros aseguran que, al contrario, es un homenaje y es parte de la tradición cultural.

A pesar de esta polémica y a pesar de que el alcalde de Río de Janeiro, un expastor evangélico, Marcelo Crivella, no es un fan de este evento (el año pasado no entregó las llaves de la ciudad al Rey Momo), la ciudad presentará durante cinco días su mejor cara.

El Carnaval de Río logra mover masas, pero también la economía. Según la empresa de turismo de la Alcaldía, el millón de turistas que se espera generará cerca de 1.090 millones de dólares en la economía carioca.///